Los próximos 26 y 27 de julio serán claves para el mercado. Con lupa especial al caso del dólar en Colombia, se estará pendiente de lo que vaya a ocurrir con una nueva reunión de la Reserva Federal en Estados Unidos.
El mercado da por descontada otra alza en las tasas de interés, esta vez de 75 puntos básicos.
Sin duda, la decisión va a repercutir en Colombia y el mensaje que mande la FED podría ponerle una nueva presión a la depreciación del peso colombiano y la apreciación del dólar estadounidense.
Y si bien habría la posibilidad de que la FED opte por un ritmo menos acelerado, con un alza de 50 puntos, se esperan también los mensajes que entreguen desde la Reserva Federal sobre lo que se proyecta para el crecimiento de la economía de Estados Unidos.
En recientes ocasiones, el aumento en las tasas de interés a manos de la FED se tradujo en prender, a manera de ejemplo, una especie de aspiradora de dólares: los inversionistas prefirieron mirar a ese mercado para llevar su dinero.
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Aunque hay también analistas que explican que, con las recientes alzas del dólar en Colombia, que incluso vuelven a empujar a la moneda a cerca de los $4.500, ya se descuenta la decisión de la FED de aumentar sus tasas de interés.
Pero el manto de incertidumbre estará en los mensajes que entregue la FED respecto al amago de recesión al que se enfrenta Estados Unidos.
En caso de que el mensaje dé cuenta de un escenario un tanto más crítico, muy seguramente la aversión al riesgo a manos de los inversionistas se mantendrá y se van a afectar monedas de mercados emergentes.
Ahora, si el llamado es de tranquilidad, es posible que el dólar en Colombia desacelere su tendencia de fortalecimiento.
En este último punto hay que tener en cuenta que, incluso el gerente del Banco de la República, Leonardo Villar, menciona que la recesión en Estados Unidos sería leve y, sobre todo, sin un impacto complejo para el mercado laboral.