El presidente electo de Colombia, Gustavo Petro, cerró una semana de reuniones clave de cara a su llegada a la Casa de Nariño.
A los encuentros con delegados del gobierno de Joe Biden de Estados Unidos se sumó un acercamiento del nuevo mandatario con el Banco Mundial (BM).
Particularmente, Petro se reunió con Carlos Felipe Jaramillo, vicepresidente de esta entidad multilateral para América Latina y El Caribe. Lea más Noticias Políticas.
De acuerdo con el Banco Mundial, Jaramillo está a cargo de supervisar las relaciones con 31 países y una cartera de proyectos, asistencia técnica y subvenciones en curso cercana a US$32.000 millones.
Bajo su dirección, las operaciones del BM en la región se centran en impulsar el crecimiento, reducir la pobreza, apoyar la equidad y proteger el medio ambiente.
Con esto en mente, el directivo se encontró con Petro en Bogotá, donde le expresó su apoyo como nuevo presidente de Colombia.
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A través de su cuenta de Twitter dijo que, desde el BM, le expresó su compromiso “por trabajar en una agenda de desarrollo y crecimiento inclusivo, verde y sostenible, así como en la recuperación económica pospandemia en el país”.
En tanto, Petro aseguró que su conversación se centró en el crecimiento económico descarbonizado.
El respaldo de esta entidad es clave para Colombia, si se tiene en cuenta que tiene una agenda de trabajo que incluye el desembolso de créditos para diversos temas.
De hecho, a finales del año pasado, su Directorio Ejecutivo aprobó hoy un préstamo por US$300 millones para Colombia.
Los recursos buscan apoyar al país para tener una mejor gestión de riesgos de desastres por eventos naturales adversos, incluidas las emergencias de salud.
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Este fue el tercer crédito de este tipo que el BM le entregó a Colombia. El primero fue por US$150 millones en 2008, desembolsado en 2011 para atender el desastre causado por el fenómeno de La Niña.
Mientras que, el segundo, por $250 millones fue otorgado al país en 2012 y se usó en respuesta a la emergencia causada por la pandemia del Covid-19.
De igual forma, el papel del Banco Mundial es fundamental para financiar megaproyectos de infraestructura, como la primera línea del metro de Bogotá.