El Banco Central de Rusia rebajó la tasa de interés en 150 puntos básicos hasta llegar a 8 %, debido a la desaceleración de la inflación en el país que gobierna el presidente Vladimir Putin.
Es de anotar que, en junio, la inflación anual cayó a 15,9 %, luego del 17,1 % anotado en mayo y, según estimaciones oficiales rusas, al 15 de julio, descendió a 15,5 %. Lea más en noticias económicas internacionales.
Así lo decidió la Junta Directiva del emisor ruso, al explicar que como las tasas actuales de crecimiento de los precios al consumidor siguen siendo bajas, esto contribuye a una mayor desaceleración de la inflación anual.
“Esto se debe tanto a la influencia de un conjunto de factores puntuales como a la tenue demanda de los consumidores”, indicó el Banco Central de Rusia.
De acuerdo con el emisor, las expectativas de inflación de los hogares y las empresas han disminuido “significativamente”, hasta alcanzar los niveles de la primavera de 2021.
“La disminución de la actividad empresarial es más lenta de lo que esperaba el Banco de Rusia en junio. Sin embargo, el entorno externo de la economía rusa sigue siendo desafiante y continúa restringiendo significativamente la actividad económica”, anotó el emisor.
Señaló que, en el futuro, tendrá en cuenta la dinámica de inflación real y esperada en relación con el objetivo y los procesos de transformación económica, así como los riesgos que plantean las condiciones internas y externas y la reacción de los mercados financieros a la hora de tomar de decisiones en torno a las tasas clave.
“El Banco de Rusia considerará la necesidad de una reducción de la tasa clave en la segunda mitad de 2022”, indicó.
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Atendiendo a la postura de la política monetaria adoptada, el Banco de Rusia prevé que la inflación anual descenderá a 12 % o 15 % en 2022, a 5 % o 7 % en 2023, y volver al 4 % en 2024.
