La calificadora de riesgo Fitch Ratings dio a conocer este viernes que la adjudicación reciente de los proyectos de transmisión de Interconexión Eléctrica (ISA) en Brasil tiene un efecto neutral sobre las calificaciones de los bonos y de los papeles comerciales que forman parte del Programa de Emisión y Colocación de Valores de Deuda Pública Interna de ISA por $6,5 billones. Lea más de energía.
Los proyectos serán desarrollados a través de Companhia de Transmissão de Energia Elétrica Paulista S.A. (ISA CTEEP), filial de ISA y uno de los operadores de los activos de transmisión en Brasil.
Según la Agencia Nacional de Energía Eléctrica, las inversiones de capital de los proyectos adjudicados están presupuestadas en US$780 millones en un período de 42 meses a 60 meses, y se financiará con una combinación de recursos de deuda en el mercado brasileño y recursos propios.
Fitch considera que la estructura de financiamiento es manejable para la empresa, incluso si se financiara completamente con deuda. Sobre una base pro forma, se espera que el apalancamiento de ISA se mantenga por debajo de 4.5 veces (x) durante el horizonte de calificación.
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En opinión de Fitch, los proyectos adjudicados continuarían consolidando la posición de ISA en el mercado brasileño a través de ISA CTEEP y Transmissora Aliança de Energia Elétrica S.A. (Taesa).
De acuerdo con Fitch Ratings, en 2021 la participación de mercado combinada de ISA CTEEP y Taesa rondaba 19 % en términos de ingreso anual permitido.
Los proyectos adjudicados consisten en la construcción de 1.139 kilómetros (km) de líneas de transmisión en los estados de Minas Gerais y Espírito Santo, dos subestaciones y seis ampliaciones, así como la construcción de un patio nuevo en la subestación Água Azul en el estado de São Paulo donde ISA CTEEP transmite 94 % de su energía.
Al concluir la fase de construcción e iniciar operaciones en 2026, se espera que los ingresos consolidados de ISA aumenten en US$60 millones.
El perfil bajo de riesgo de negocio de ISA deriva de su participación en monopolios naturales regulados sin riesgo de demanda, así como de su diversificación geográfica en seis países de Latinoamérica.
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Durante el primer trimestre de 2022, el Ebitda consolidado de ISA provino de Brasil (40 %), Colombia (28 %), Perú (17 %) y Chile (14 %); excluye la actividad de construcción.
Históricamente, de acuerdo con la calificadora de riesgo, el negocio de transmisión de electricidad ha representado el grueso de la generación de flujo de caja consolidada de ISA y en 2021 aportó 81,8 % del Ebitda (excluye la actividad de construcción).
Interchile S.A.
Entre tanto, la calificadora de riesgo Moody’s Investors Service (Moody’s) confirmó este viernes la calificación de deuda senior garantizada Baa1 asignada a Interchile S.A., con una perspectiva de calificación estable.
La calificación Baa1 considera las fuertes características y la esencialidad de los activos del proyecto que consisten en líneas de transmisión clave (1.500 km) en Chile que conectan la generación de energía en el norte del país con las áreas de consumo en Santiago.
Según Fitch, el proyecto también comprende una línea adicional que conecta Lagunas y Encuentro, nueve subestaciones y más de 2.100 torres y está en pleno funcionamiento.
Además, el perfil crediticio también tiene en cuenta la alta previsibilidad de los flujos de caja durante el periodo de tarifa fija del proyecto (20 años iniciales a partir de la fecha de entrega) con ingresos anuales fijos (VATT), ajustados por la inflación, que no están sujetos al riesgo de volumen.
Para la agencia, la calificación tiene en cuenta que, después de los 20 años iniciales, los ingresos del proyecto se reajustarán a una tarifa regulada o a un retorno sobre el valor de la inversión (VI).
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“Aunque esto añade cierta incertidumbre sobre los ingresos a largo plazo del proyecto, nos reconforta el hecho de que el VI será calculado por el regulador teniendo en cuenta el coste de construir un activo similar en ese momento sin riesgo de cambio de tecnología, ya que el cálculo se basa en el valor de reposición de los activos como si fueran nuevos, pero con las mismas características físicas y técnicas que el original, lo que mitiga el potencial inconveniente del VI”, precisó Moody’s.
Adicionalmente, indicó la entidad que la financiación se estructuró para proporcionar un colchón adicional en términos de ratio de cobertura del servicio de la deuda (DSCR) del proyecto después del reajuste, porque el DSCR aumenta en ese momento a más de 1,50x desde un promedio de 1,25x durante el período de tarifa fija, lo que significa que el VI (y por lo tanto los ingresos del proyecto) puede reducirse -en promedio- 33 % desde el caso base para llegar a un escenario de equilibrio.