Por: Claudia Bustamante – Directora Económica y estrategia Laick
En los últimos años el sistema financiero tradicional en Colombia ha vivido un proceso constante de evolución y transformación siguiendo el objetivo de consolidarse en un mundo cambiante. Y es por esto que aunque las funciones tradicionales de captación de depósitos y préstamos se mantienen en todos los tipos de bancos, se han adoptado nuevas tecnologías al negocio bancario y han surgido nuevos actores que están revolucionando el modelo de negocio.
Entre estos nuevos actores se encuentran los Neobancos, que no son más que una nueva generación de entidades financieras que ofrecen sus servicios de forma 100% digital bien sea desde una aplicación móvil o página web. Es decir, no tienen oficinas físicas ni requieren que las personas asistan a ningún lugar físico para realizar trámites.
Estos bancos tuvieron su origen en Reino Unido y Alemania; la razón es que allí el sistema financiero está más desregulado y hay un mayor margen para que surjan este tipo de empresas. Pero, una vez surgieron allí, se han ido extendiendo rápidamente por toda Europa y ahora se abren paso en los diferentes países de América Latina.
Entre las ventajas de los neobancos frente al sistema financiero tradicional, se encuentra, su funcionalidad, ya que se puede acceder a sus servicios y transacciones de forma digital (cero papel), desde cualquier lugar del mundo, 24 horas del día y 7 días a la semana. De igual manera, sus servicios se ofertan a mucho menor costo por transacción, ya que no tienen que cargar en sus tarifas costos asociados al pago de arrendamiento de oficinas, mantenimiento y logística de una operación física. Sin embargo, los neobancos tiene tambien desventajas, una de ellas es que por ahora su portafolio de servicios es muy básico, y que deben superar la desconfianza de sus clientes potenciales acostumbrados a ver por todas partes las oficinas de sus bancos.
De acuerdo con el más reciente informe de Minsait Payments, Colombia ha incrementado su apuesta por los neobancos y avanza hacia una cultura de pagos digitales, a su vez que los bancos tradicionales ceden espacio a favor de las nuevas compañías que operan en el ámbito financiero y de pagos.
Si bien el banco sigue siendo la entidad con la que más se opera, en Colombia, el 61,2% de la población bancarizada ya recurre a esta nueva modalidad bancaria, según el estudio.
Por último, cabe resaltar que aunque la población adulta bancarizada internauta está comenzando a operar con estas nuevas entidades, a la hora de establecer una preferencia o identificar el tipo de entidad principal, el banco sigue siendo el protagonista y son los grupos más jóvenes los que en mayor medida operan con neobancos.
Los Neobancos son catalizadores de la libertad económica pues su presencia en el mercado y su carácter competitivo y agresivo para captar clientes, hace que los bancos tradicionales mejoren sus servicios y sus ofertas y a la vez nos mejoren la vida a todos los colombianos.