Si bien la Ley Estatutaria 1618 de 2013 prioriza el acceso de créditos de vivienda, y exige mecanismos para que las autoridades garanticen que licencias y construcciones cuenten con accesibilidad para personas con discapacidad, la deuda con esta población va más allá de su cumplimiento. Vea más noticias empresariales aquí
Iniciativas como las impulsadas por la constructora Cusezar, aportan a disminuir brechas en este sentido, tal como sucede a través de la construcción de todos los proyectos de vivienda y otros específicamente en Bogotá como Fiori (ubicado en el sector Colina Campestre); Gran Reserva de Valdivia (sector Salitre) o Foret (ubicado en Chapinero), que cuentan con apartamentos pensados y adaptados para mejorar la calidad de vida de personas con movilidad limitada, más allá de lo que establece la norma.
“En Cusezar, consideramos que la construcción de viviendas debe ser incluyente, segura y cómoda para todos, incluidas las personas en situación de movilidad reducida”, señaló Susana Peláez, gerente de negocio de la Constructora Cusezar.
Entretanto, el artículo 28 de la Ley 1346 de 2009, plantea que el Estado debe garantizar el derecho a la vivienda de la población con discapacidad, lo que facilita el acceso de vivienda digna a la población; y en general la ley y normativas colombianas enfocadas en construcción, exigen que las instituciones se alineen con el fin de garantizar rutas accesibles para personas con discapacidad, mencionando paraderos y sistemas de transporte local.
Sin embargo, no hay normativas que regulen las necesidades en adaptaciones de construcción al interior de las viviendas.
“Trabajar con proyectos cada vez más incluyentes, es un reflejo del compromiso de Cusezar para que las personas con algún tipo de discapacidad vivan en un espacio lo más normalizado posible, un lugar que les permita desarrollar su día a día de la manera más cómoda y confiable”, agregó Peláez.
Según los resultados del censo registrados en 2018 por el Departamento de Administración de Estadística Nacional DANE, el 7,2 % de la población dijo presentar alguna dificultad funcional para realizar sus actividades diarias, lo que se traduce en cerca de tres millones y medio de personas con discapacidad.
Así son las adaptaciones de hogares para personas con discapacidad
De acuerdo con el Estudio de perfiles de compradores de vivienda (Cusezar), los residentes en situación de discapacidad buscan la manera de adecuar sus espacios para poder ser autónomos en el desarrollo de la mayor parte de sus actividades.
Es así como las viviendas adaptadas en proyectos de esta constructora, cuentan con modificaciones como marcos más amplios que los tradicionales en sus puertas que permitan la movilidad de sillas de ruedas; corredores más amplios; baños con barandas de soporte y pisos sin desniveles.
En cuanto a los baños, estos carecen de peldaños o escaleras; las duchas están adaptadas con teléfono y mecanismos para que la ropa esté al alcance. También, cuentan con rampas, soportes en paredes y pisos antideslizantes, además de enchufes, interruptores de luz y muebles con cajones accesibles.
Algunas adaptaciones usan domótica (casas inteligentes) para facilitar la apertura de ventanas, puertas, cortinas, así como el encendido de electrodomésticos y luces a través de la voz.
En cuanto a proyectos de Viviendas de Interés Social – VIS, la Corte Constitucional estableció en 2019 que cada municipio debe tener claro el número de personas en condición de discapacidad y determinar el presupuesto para establecer la cantidad de proyectos VIS que deben ser construidos.
La Ley colombiana exige que el 1 % de VIS a construir, sean destinadas para personas con discapacidad.