Dos propuestas para convertirse en el operador del Metro de Quito en Ecuador fueron anunciadas oficialmente como finalistas. A partir del cierre de la etapa de recepción de ofertas deberán cumplir con los pasos de contratación pública que terminarán con la selección de la empresa operadora, y cuyo anuncio se dará el 15 de julio. Vea más noticias de Infraestructura
Se trata del consorcio conformado por Transdev Group, de Francia, en alianza con el Metro de Medellín de Colombia, mientras que el otro finalista es el Metro de Sao Paulo de Brasil.
Otros candidatos que habían manifestado su interés, pero quedaron fuera del pull final fueron Renfe, la empresa ferroviaria más grande de España; TMB, operadora del Metro de Barcelona, la Empresa de Transporte de Pasajeros Metro de Chile y la del Metro de Santo Domingo.
Recomendado: Juan Valdez abre su tienda número 500 en el mundo
También habían mostrado interés la ítalo-nipona Hitachi Rail STS, las francesas RATP DEV y Keolis, y la alemana Deustsche Bahn.
El gerente del Metro de Quito, Efraín Bastidas, adelantó que a finales de agosto se prevé tener firmado el contrato de adjudicación para que en diciembre ya empiece a funcionar el sistema subterráneo de la capital ecuatoriana.
«Con el contrato firmado para la operación del Metro de Quito habríamos dado el paso definitivo para poner en marcha este subsistema de transporte moderno y eficiente, porque en diciembre de 2022 inicia el viaje«, dijo Bastidas.
Esta obra es uno de los proyectos de infraestructura más importantes en Ecuador en la actualidad pues su costo supera los US$2.000 millones.
De acuerdo con Bastidas, el Metro de Quito será operado por una empresa pública por varias razones de interés para la ciudad pues “las inversiones en el mundo ferroviario son tan altas que no se pueden pagar los costos de capital o también conocido como Capex”.
Esto significa que los gobiernos deben financiar estas construcciones y por eso más del 90 % de los operadores son de titularidad pública, agregó.
De esta manera, según el directivo, un contrato con una empresa pública no se presta para que exista corrupción, frente a una compañía privada.
Con relación al tiempo que la empresa operará el Metro, se prevé que el contrato con el Metro de Medellín o el Metro de Sao Paulo sea por seis años.
Además, durante ese tiempo, el operador será sancionado económicamente si no cumple con los parámetros de calidad que se establecerán en el contrato.
—