El ahorro programado en Colombia se ha convertido en la opción para miles de personas que sueñan con un activo que les representen satisfacción.
De acuerdo con cifras del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) de 2021, en Colombia sólo el 15,2% de la población ahorra y de este porcentaje el 52,4% lo hace pensando en el futuro y la vejez, el 23,5% lo invierte en educación, el 20,7% en emergencias y tan solo el 4,2% lo hace para adquirir algún activo.
La cultura del ahorro programado liderada por ChevyPlan, ha entregado en 27 años 118.000 vehículos, contribuyendo para que miles de familias colombianas realicen el sueño de tener carro propio, emprendiendo en diversos sectores productivos. Vea más en finanzas personales.
Bajo este panorama y con la proyección de las finanzas personales que son impredecibles, aunque no garantizan que los recursos se inviertan ahorrando, es de suma importancia que los colombianos desarrollen este hábito.
“Todos debemos conocer sobre la educación financiera para manejar adecuadamente el dinero y fomentar la cultura del ahorro programado como base del crecimiento de nuestros proyectos y sueños. Todos debemos aprender a manejar y desarrollar un plan de ahorro, que además de asegurar futuros inciertos, genera endorfinas y satisfacciones al tener positivos resultados”, afirma Leopoldo Romero, CEO de ChevyPlan.
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¿Cómo iniciar un ahorro programado?
Y es que la cultura del ahorro no se contempla cuando se distribuye un presupuesto, ya que este tiene un fin predefinido como la manutención, el pago de las deudas y las variables que aportan a la calidad de vida. Es aquí donde se debe provisionar un porcentaje para hacer realidad proyectos específicos.
“El principal objetivo de aprendizaje en las finanzas es que se pueda generar una conciencia centrada en el ahorro como la base para cumplir nuestros motivacionales”, afirma Leopoldo Romero. El ahorro no es solamente una solución a situaciones críticas, tiene gran importancia para mejorar la calidad de vida, y es ahí donde este mensaje se debe reforzar desde la niñez, donde se debe reconocer y aprender a tener un adecuado manejo del dinero y de las finanzas personales para seguir desarrollando las oportunidades.
Un ejercicio para empezar esta nueva cultura de ahorro es destinarle un 10% del salario o gastos fijos, agregándolo periódicamente en la distribución del presupuesto, que a mediano plazo demuestra una cifra que motiva a la realización y materialización de proyectos.
En conclusión, se debe generar toda la información posible sobre la tendencia del ahorro, y así reconocer que genera menor consumismo, mayor emprendimiento y donde las personas puedan planificar y priorizar, en vez de endeudarse más de lo previsto.
De tal manera que la educación financiera y la cultura del ahorro juegan un rol fundamental permitiendo tomar las decisiones acertadas, para evitar abusar del crédito y endeudarse por encima de la capacidad de pago.