Parte de las centrales obreras en Colombia piden que, ante la escalada inflacionaria que atraviesa el país se piense en la posibilidad de que sea decretado un aumento extraordinario del salario mínimo.
De acuerdo con algunos sindicatos, y como lo ha manifestado el mismo Gobierno, la inflación anual a abril del orden del 9,23 % supone un golpe a los bolsillos de los colombianos.
De hecho, se convierte la inflación en el impuesto más complejo para los hogares vulnerables del país y de aquellos trabajadores que en el país viven con un salario mínimo.
Justamente el aumento histórico decretado por el presidente Iván Duque para el año 2022, del orden del 10,07 %, llevándolo al millón de pesos, se hizo con base en que la inflación cercana al 5 % del año pasado suponía un riesgo para la pérdida del poder adquisitivo. Con una inflación que podría terminar 2022 en cerca del 8 %, la petición de las centrales obreras se sostiene sobre el entonces argumento del Gobierno.
Iván Jaramillo, miembro del Observatorio Laboral de la Universidad del Rosario, recuerda que la posibilidad de un aumento extraordinario del salario mínimo para el caso colombiano no obsta más que de un diálogo que propenda por la búsqueda de acuerdos sociales.
Consecuencias de un posible aumento extraordinario del salario mínimo
Punto este último que debería ser tratado en el marco “de la Comisión de Concertación de Políticas Salariales y Laborales que integran empleadores, organizaciones sindicales y Gobierno”, le dijo Jaramillo a Valora Analitik.
El punto está en que el ministro de Hacienda, José Manuel Restrepo, ha mencionado en varios escenarios que los gastos extra a los que incurra el Gobierno deberán estar cuidadosamente sopesados y el foco, de momento, se mantiene para los programas y transferencias sociales vigentes, como ingreso solidario.
Además, hay que tener en cuenta que un aumento extraordinario del salario mínimo generaría mayores costos de contratación para las empresas, en momentos en los que se requiere aumentar la contratación formal para reducir la tasa de desempleo, una de las tareas pendientes de la pandemia.
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Impacto a la inflación
Lo anterior sin descontar el hecho de que terminaría siendo un riesgo extra para la inflación justamente por ser el salario mínimo el indicador de aumento de algunos precios de la economía nacional.
De hecho, como lo advirtió en su momento el gerente del Banco de la República, Leonardo Villar, el aumento del salario mínimo del orden del 10,07 % ya era un peso extra para el ejercicio del emisor, en su mandato por controlar la inflación en el país.
Lo cierto es que habrá que buscar medidas para que los trabajadores colombianos más vulnerables no sigan aumentando la pérdida del poder adquisitivo, como lo ha recomendado la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
La medida, que es sumamente atípica, fue utilizada, más recientemente, durante la presidencia de Alfonso López Michelsen, en 1977, como respuesta a los motines que en parte fueron liderados por los sindicatos de Colombia.
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