El banco de inversión J.P. Morgan comunicó que mantiene para Argentina su pronóstico de inflación en 70% interanual, luego de haberlo manifestado por primera vez el pasado 22 de diciembre.
Esto, tras afirmar que la «guerra contra la inflación» declarada por el gobierno en marzo no está yendo como esperaban los políticos. Lea más Noticias Internacionales. Lea más en noticias Económicas Internacionales.
Y es que de acuerdo con el más informe del Instituto Nacional de Estadística y Censos de Argentina (Indec), el Índice de Precios al Consumidor (IPC) se ubicó en abril en 6,0 % intermensual (58 % interanual).
Recomendado: Argentina: J.P. Morgan prevé recesión técnica en 2022
Dicho resultado se desaceleró desde el máximo histórico de 20 años de marzo (6,7 %), “por encima del ya alto promedio del primer trimestre de 2022 (5,1 %)”.
Para J.P. Morgan el mantenimiento del pronóstico de inflación se da en medio de un contexto donde los riesgos siguen al alza “en ausencia de anclas estructurales”, en medio de aumentos salariales que se discuten, y teniendo en cuenta que tras la publicación del IPC, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) volvió a subir la tasa de política en 200 puntos básicos a 49%.
“Sin un esfuerzo de consolidación fiscal más decidido, es probable que la oferta adicional de pesos incluida en el programa del Fondo Monetario Internacional (FMI) desancle aún más las expectativas de inflación”, dijo la firma.
Añadió que “la falta de credibilidad significa que una tasa de política real ex ante alta (Guaat) y positiva solo agravaría el desequilibrio monetario intertemporal”.
La firma anotó que para ese país cuando se eliminan de los precios los efectos que se crearon por el cambio de la inflación (deflactar) en los últimos 12 meses, la tasa de política real subió a 2,4%, mientras que cuando se deflacta según su propio pronóstico, la tasa de política real finalmente se movió a territorio positivo (en 0,5%).
“En medio de un escenario político y social inestable, seguimos enfatizando la urgente necesidad de que el programa del FMI sea recalibrado para proporcionar anclas estructurales que contengan las expectativas de inflación de un mayor desanclaje”, concluyó.
—