En el mundo persisten las brechas de género en el mercado laboral, las cuales tienden a acentuarse cuando se trata de una mujer cabeza de familia. Lea más en la sección emprendedores y emprendimientos.
Si se observa de cerca esta situación en América Latina, hay países como Perú, México y Colombia donde el machismo está más acentuado que en otros de la región y las posibilidades de acceder a un empleo se pueden reducir aún más para las mamás.
La concepción que se tiene, en muchos casos, es que un hijo es una responsabilidad que solo le atañe a la madre, de ahí que, en ocasiones, se restrinjan las oportunidades a una mujer de acceder un cargo alto e incluso la remuneración sea menor que la de sus pares.
Atendiendo a esta problemática latente en la sociedad, y después de haber tenido una hija a sus 23 años, María García Farfán decidió emprender con un negocio que no solo le permitiera generar ingresos, sino también uno con el que pudiera brindarle calidad de vida a su pequeña, sin descuidar de ella.
En diálogo con Valora Analitik, explica sobre cómo funciona Pequeños Detalles, una empresa social de Perú que hoy en día traspasa fronteras.
“Siempre he trabajado con proyectos sociales. Desde antes de entrar a la universidad yo capacitaba en programas sociales y siempre tuve esa idea de empoderar a la mujer”, explica García.
“Yo quedé embarazada cuando salí de la universidad, a los 23 años. En ese momento la opción que tenía era dejar de trabajar y dedicarme a mi hija. Ahí pensé en cómo generar un ingreso con el que me pudiera sostener sin descuidar a mi hija, y así fue como nació Pequeños Detalles, elaborando todo tipo de accesorios, yo misma los hacía”, explica García.
Empezó fabricando vinchas (diademas para el cabello), y luego, la esposa del taxista que transporta a su mamá al trabajo le propuso fabricar productos tejidos y fue así como García comenzó a expandir su negocio.
“Comenzamos con los tejidos, pero comenzaron a entrar mamás que sabían confeccionar, entonces vimos una mayor oportunidad en la confección y también una mayor rentabilidad. Trabajamos ambos pedidos a la par”, dice.
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Manejan varias líneas de productos de confección, de fieltro, de tejidos (peluches, ropa y accesorios para bebés y niños), de regalos (a gusto del cliente, personalizados), de Perú (productos autóctonos del país, como peluches de llamas), entre otros.
Comenta que, a la fecha, Pequeños Detalles trabaja como proveedor de cinco empresas, aunque también distribuye sus productos al detal. “Antes dependíamos mucho de los clientes finales, donde muchos eran por campaña. En cambio, estos clientes empresa son clientes fijos”, destaca.
Todas las ventas de la empresa se materializan a través de las redes sociales y el producto de mayor rotación son las llamas de peluche. Pequeños Detalles llega a todos los rincones de Perú y también hace envíos internacionales a través de DHL Express. Ya han llegado a Estados Unidos, Holanda, El Salvador, entre otros países.
Pequeños Detalles es una empresa social que busca crear trabajo sostenible a lo largo del tiempo para las mamás que quieren generar ingresos sin salir de sus casas. También impulsa la economía circular, dado que reutiliza los residuos textiles. García trabaja con 11 mamás, diez de ellas confeccionan y una le colabora empacando los productos. Del mismo modo, cuenta con un diseñador para su línea de productos.
Explica que decidió trabajar con mamás para que ellas pudieran tener mayores oportunidades sin tener que descuidar a sus hijos, como inició ella.
“Si yo, con más recursos porque había estudiado, no podía generar un ingreso constante, muchas mamás donde yo vivo tenían el mismo problema, pero sin el recurso de los estudios”, afirma. Varias de las mamás que trabajan con García no terminaron el colegio o no cuentan con título universitario porque no tuvieron los recursos, muchas dependen de sus parejas y otras ni pareja tienen.
“Busqué la forma de unir mis conocimientos de desarrollo sostenible, tengo diplomado de ello, con mi empresa. Desde ahí vengo invirtiendo en ellas, porque siento que la educación nos abre muchas puertas y también la forma de generar ingresos. Somos una comunidad, un lugar seguro entre todas. Todas tenemos la misma necesidad de crecer”, destaca la fundadora de Pequeños Detalles.
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“Lo que no sabemos, lo aprendemos en el proceso. Todas las mamás tienen la necesidad de seguir aprendiendo, seguir ganando y seguir creciendo. Hemos aprendido a emprender y a hacer negocio”, añade.
García explica que en Pequeños Detalles las mamás aprenden y crean sus propias páginas donde también venden. Ella las motiva para que con el dinero que hayan generado “no se lo gasten todo, sino que inviertan para crear sus páginas propias y comiencen a vender. Les enseñamos calidad, diseño, paletas de colores y más. Esto les da la posibilidad de vender a sus familiares o amigos y empezar a generar ingresos extra aparte del nuestro”, dice.
Destaca que ellas “no están solas. El papá de mi hija no está y yo tengo que ver por mi hija. Trabajo por ella y todo lo hago sola. Todas tenemos la misma necesidad de seguir trabando, seguir empoderándonos, y seguir creciendo”.
García tiene un programa que se llama Ruta del Empoderamiento, que viene desde antes de pandemia. Con esta iniciativa las ha capacitado en emprendimiento, autoestima, desarrollo personal y finanzas. “Hemos capacitado a las mamás no solo de forma personal, sino también de forma técnica. Han aprendido a hacer los tejidos, los peluches, a bordar, a tejer, todo lo que requieren las mamás para elaborar nuestros productos”, dice.
“Nuestra propuesta es generar trabajo sostenible y, a la par, ofrecer la mejor calidad. Para ello les damos seguimiento a nuestros pedidos. Nuestros clientes están felices con nuestro trabajo, nos recomiendan y nos siguen haciendo pedidos”, indica la fundadora de Pequeños Detalles.
La compañía está presente en las tres redes de Meta: Facebook, Instagram y WhatsApp. “Nos han ayudado un montón”, recalca.
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“La primera plataforma que abrí fue Facebook, ahí empezaron a conocer la marca, cuando hacía vinchas y empecé a invertir en la publicidad que ofrece la red social. Poco a poco nos empezaron a conocer más personas. Las primeras ventas suelen ser a los amigos, a los seres queridos, pero Facebook nos ayudó a que más personas nos empezaran a conocer”, señala.
Luego crearon una cuenta en Instagram, que mostró un comportamiento similar al de Facebook para Pequeños Detalles: “Facebook e Instagram son nuestra portada a los clientes, mientras que WhatsApp Business lo utilizamos como canal para hablar con nuestros clientes y concretar ventas”.
En la actualidad, además de contar con la página de Facebook para Pequeños Detalles, García también cuenta con un grupo en la red social de Meta para realizar capacitaciones y hacen talleres online a través de Facebook Live. Afirma que los talleres les han ayudado a expandir su negocio.
“Gracias a Facebook conocieron nuestra empresa de Pequeños Detalles y fuimos ganadores de una beca y nos fuimos a Estados Unidos representando a Perú como emprendedores de impacto social en el 2018”, dice.
“Las redes de Meta nos ayudan a tener mayor alcance, llegar a más personas. Las redes son una pieza fundamental para el reconocimiento de la marca y para que se quede en la mente de nuestros clientes”, concluye.
Valora Analitik y Meta (casa matriz de Facebook, WhatsApp y de Instagram) se aliaron para destacar las historias de emprendedores exitosos en América Latina que, aprovechando las herramientas digitales, crecieron sus negocios, incluso en épocas difíciles como la pandemia.