Uno de los capítulos más complejos y tristes que ha vivido la infraestructura en Colombia está próximo a cerrarse.
Si todo sale bien, entre finales de mayo y comienzos de junio, quedarían adjudicados los megaproyectos de quinta generación (5G), Troncal Magdalena 1 y 2.
Estos nombres son poco conocidos para los colombianos, pero en la práctica serán los que reemplacen a la antigua Ruta del Sol 2, que era ejecutada por CSS Constructores, Episol y Odebrecht.
Precisamente, esta última confesó haber pagado sobornos en Colombia y otros países para quedarse con megaproyectos, incluyendo este gigante corredor en Colombia de más de 600 kilómetros.
Cinco años y contando
En 2017, el contrato de concesión de la Ruta del Sol 2 fue liquidado por la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI). Lea más en Noticias de Infraestructura.
Esto, luego de que la Superintendencia de Industria y Comercio ordenara decretar su culminación por haberse suscrito en violación de una prohibición legal.
La idea era que meses después se licitara y adjudicara un nuevo contrato de concesión para terminar el 45% restante de las obras.
No obstante, la complejidad del asunto amplió los plazos y un tribunal de arbitramento se tomó poco más de dos años para dirimir los temas pendientes.
Mientras tanto, los usuarios de la Ruta del Sol 2 veían como se deterioraba la infraestructura ya construida.
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Señales destruidas o abandonadas, huecos que se multiplicaban y un pavimento que se desgastaba por el normal paso del tiempo eran el pan de cada día de los viajeros.
No hay que olvidar que el tramo que tenía el consorcio de Odebrecht hace parte del principal corredor de Colombia, ya que conecta el centro y el norte del país.
En total, la Ruta del Sol fue concebida en tres grandes sectores:
- Inicia en Villeta, a las afueras de Bogotá, y va hasta el sector de El Korán, en el municipio de Puerto Salgar (Cundinamarca)
- Recorría el tramo Puerto Salgar – San Roque (Cesar) y se le añadió la vía Ocaña – Gamarra.
- Va desde San Roque hasta Santa Marta y desde Carmen de Bolívar hasta Valledupar.
Los tramos uno y tres siguen operando, mientras que el segundo -que era clave para conectarlos- fue suspendido cuando estalló el escándalo de la multinacional brasileña.
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Desde entonces, han pasado cinco años y el fantasma de Odebrecht aún tiene a este megaproyecto en veremos.
Solución salomónica
Esta situación puso en alerta máxima al gobierno del entonces presidente, Juan Manuel Santos, y a su ministro de Transporte, Germán Cardona.
¿La razón? Poco podía hacerse para adjudicar una nueva concesión, ya que el tribunal de arbitramento seguía laborando y a Santos le quedaba un año para terminar su mandato.
Con esto en mente, se encontró una solución intermedia, que comenzó en el gobierno anterior y culminó en la administración de Iván Duque.
Inicialmente, en 2017, el Instituto Nacional de Vías (Invías) recibió el proyecto con el fin de operarlo hasta que hubiera una nueva concesión.
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En su momento, el exdirector de esa entidad, Carlos García, dijo que iniciaría los procesos de contratación de microempresarios, administradores viales, mantenimientos y atención de emergencias.
Estos trabajos se mantuvieron mientras culminaba el segundo gobierno de Santos y, posteriormente, fueron completados por el actual director del Instituto, Juan Esteban Gil.
En septiembre de 2018, un mes después de haber llegado al cargo, el funcionario logró la adjudicación de cinco contratos para la construcción y mantenimiento de la Ruta del Sol 2.
Desde ese momento, la autopista pasó a llamarse Troncal Magdalena y fue dividida en cinco sectores:
- Puerto Salgar- Puerto Araujo
- Puerto Araujo – San Alberto
- San Alberto – San Roque
- Gamarra – Aguaclara
- Aguaclara – Ocaña
En total, Colombia puso otros $338.219 millones para avanzar en la antigua Ruta del Sol 2, considerando su importancia para la logística y el comercio internacional del país.
A pesar de esto, la idea de la ministra de Transporte, Ángela María Orozco, y el director de la ANI, Manuel Felipe Gutiérrez, era avanzar en un nuevo programa de megaproyectos que incluyera la antigua Ruta del Sol 2.
Troncales Magdalena 1 y 2
Y así sucedió. A este se le denominó proyectos 5G o Concesiones del Bicentenario y se priorizó a la Troncal Magdalena como iniciativa a estructurar y licitar en una primera ola.
Eso sí, los técnicos dividieron en dos este megaproyecto, con el fin de prevenir posibles complicaciones futuras.
“Con esta iniciativa vamos a consolidar un corredor en doble calzada a lo largo de 531 km, pues, con las Troncales del Magdalena 1 y 2, vamos a mejorar la conexión entre el interior y la costa norte del país”, dijo hace unos días la ministra Orozco.
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Así las cosas, el primer tramo iniciará en Puerto Salgar, pasará por Puerto Boyacá (Boyacá) y Cimitarra (Santander) e irá hasta Barrancabermeja, a lo largo de 259,6 km.
Las obras, que prevén inversiones por $2,07 billones, incluyen la construcción de segunda calzada en 146,5 km y mejoramiento de calzada existente en 148 km, entre otras.
En tanto, el segundo sector comprenderá trabajos entre Barrancabermeja y San Roque (Cesar), pasando por el municipio de Aguachica.
Serán 268,4 km, inversiones por $1,7 billones y 13 municipios beneficiados, e incluirán 129,3 km de segunda calzada y 116,2 km de mejoramiento de vía existente.
En ambos casos, los trabajos de construcción durarán cuatro años y quedarán en manos de algunas de las grandes constructoras de Colombia y el mundo.
Las empresas interesadas
En el primer caso hubo siete propuestas, incluyendo firmas como Acciones Concesiones de Infraestructuras, Cintra Latam Highways, Strabag, OHL, Termotécnica Coindustrial, KMA Construcciones y Grupo Ortiz.
Así mismo, figuran Construcciones El Cóndor, Odinsa (de Grupo Argos), Pavimentos Colombia, el gigante Mario Huertas Cotes (MHC) y Sacyr Concesiones Colombia.
Por otro lado, en el segundo sector de la Troncal Magdalena se presentaron dos ofertas: una de la filial en Colombia de la española Grupo Sacyr y otra de un consorcio de KMA y Ortiz Construcciones y Proyectos, también filial de una gigante española.
Firmas de talla internacional pujarán en el mes que queda por estos megaproyectos, que serán fundamentales para mejorar el tránsito desde el interior del país hasta la costa Caribe.
Los procesos licitatorios quedarán listos entre finales de mayo y comienzos de junio de este año.
Con estos, Colombia espera pasar, de una vez por todas, la oscura página de Odebrecht en materia de obras, y revivir la importante Ruta del Sol 2 en el marco de los megaproyectos de quinta generación.
