La industria de la palma de aceite en Colombia se consolida año tras año como uno de los sectores de mayor liderazgo y futuro dentro de la agroindustria local por su dinámica productiva, gran potencial, versatilidad y su creciente compromiso con la sostenibilidad ambiental y social que ubican al país como un líder en el mundo.
Prueba de ello se destaca en el Barómetro Palmero Colombia 2020 que realiza la organización internacional Solidaridad Network, con una amplia trayectoria en el desarrollo de cadenas de valor inclusivas y sostenibles en varios sectores agroindustriales, y que demuestra cómo el país ya posee un 28% de su producción de aceite de palma certificada (439.250 toneladas), superando a potencias como Indonesia que produjo un 19% con certificación y Malasia con un 23%.
Así, Colombia lidera la producción de aceite de palma en América y es el cuarto mayor productor en el mundo, teniendo un buen rendimiento y potencial para su expansión de manera sostenible con el ambiente.
Al respecto, Nicolás Pérez, presidente ejecutivo de la Federación Nacional de Cultivadores de Palma de Aceite (Fedepalma), explica que el papel de este producto ya no solo en la agroindustria sino en las exportaciones generales de Colombia es cada vez más representativo y debe continuar en esta senda de la sostenibilidad para continuar potenciando su alza.
El Barómetro elaborado por Solidaridad Network está construido con datos al cierre de 2020 cuando Colombia produjo 1,6 millones de toneladas de aceite de palma.
Esa tendencia favorable continuó en el año 2021, ya que, según Fedepalma, el aumento en la producción fue del 12% frente a 2020 para totalizar 1,75 millones de toneladas por valor de $7,5 billones.
“El aceite de palma se ubicaría en el primer renglón en exportaciones no tradicionales y en cuarto lugar en agropecuarias, resaltando los mercados de la Unión Europea (principalmente Países Bajos), Brasil y México, los de mayor importancia, como destino de las exportaciones colombianas”, indica Pérez.
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Además, de acuerdo con el Barómetro Palmero, la mejora en el rendimiento nacional del aceite de palma crudo que es de 3,3 toneladas por hectárea (ton/ha) en 2020, lo que arroja una variación positiva de 3,7% con respecto a lo obtenido en 2019 (3,1 ton/ha).
Este crecimiento evidencia la implementación de mejores prácticas promovidas por el gremio y los estándares voluntarios de sostenibilidad, que en el mediano plazo se reflejan en mayor productividad y logran la intensificación del área utilizada dentro de su frontera agrícola.
Para ello han sido fundamentales las implementaciones de registros como la Certificación de Sostenibilidad Internacional y de Carbono (ISCC) y RSPO (Certificación de la Mesa Redonda de Aceite de Palma Sostenible) –las cuales también promueve Solidaridad Network- que evidencian un crecimiento sostenido de 19% y 25%, respectivamente en Colombia, comparado con el volumen producido en el año anterior, de acuerdo con datos del Barómetro Palmero 2020.
Este aumento responde a la adición de una empresa palmera al estándar RSPO y de otra al estándar ISCC, y a los mayores volúmenes de producción reportados por las empresas ya certificadas.
De hecho, Colombia es líder en este aspecto en Latinoamérica al aportar un 38% de la producción certificada en la región, lo que es clave de cara a posicionarse en los mercados internacionales, principalmente en Europa, que cada vez prioriza más la compra de aceite de palma sostenible certificado.
Este volumen producido de forma sostenible representa un área total certificada de 158.043 hectáreas, 32% frente al área total sembrada en Colombia en 2020. A diferencia del año anterior, RSPO reportó el mayor crecimiento de hectáreas certificadas, ascendiendo a 95.312, 19% del área sembrada en el país. ISCC por su parte, representó 16% de las hectáreas totales con palma de aceite en Colombia con un área certificada de 79.740 hectáreas, según las cifras que muestra el Barómetro Palmero 2020.
También se incluye la certificación Rainforest Alliance que se mantiene estable en cuanto al número de empresas y volumen certificado.
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Más cifras para su proyección y expansión internacional
Según cifras de la Unidad de Planificación Rural Agropecuaria (UPRA), Colombia tiene 23,1 millones de hectáreas con aptitud alta y media para el cultivo de palma de aceite, lo que muestra un alto potencial de crecimiento de manera sostenible.
A su vez, entidades como Fedepalma, Procolombia y el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural han destacado que Colombia tiene mucho mayor potencial para aprovechar y hacerlo de manera sostenible. De las más de 23 millones de hectáreas aptas para este cultivo, se estima que solo el 2,4% se encuentra en uso.
Adicional a ello y de cara a su papel en la economía agraria, la producción colombiana es una fuerte dinamizadora de este sector pues genera entre 160.000 y 170.000 empleos, llegando a más de 161 municipios del país.
A su vez, ya los años 2020 y 2021 estuvieron caracterizados por mejores ingresos para los palmicultores colombianos debido a la recuperación de los precios internacionales del aceite de palma y la tasa de cambio favorable para las exportaciones, junto con la mayor colocación de aceite de palma en el mercado local.
Esto pues el consumo interno de aceite de palma también ha tenido crecimientos positivos en los últimos años y sus ventas son materia prima de diversas industrias, como la de combustibles, cosméticos y alimentos, entre los que destacan productos puntuales como jabones, concentrados para animales, pinturas y biocombustibles. Además, es uno de los productos agroindustriales de mayor exportación del país y apetecido en los mercados en Europa y América.
En el lado de la producción sostenible, destacan estándares como la medición del Índice de Sostenibilidad de Cenipalma, el cual ha permitido conocer el avance en la adopción de estándares de sostenibilidad de 1.944 productores, en los departamentos del Magdalena, Meta, Bolívar, Norte de Santander, Santander, Cesar y Nariño (30% del total de productores en Colombia), que representan 149.235 hectáreas y que producen cerca de 752.144 toneladas/año (asumiendo una tasa de extracción de aceite del 18%).
Este volumen de producción, el 48,2% de la producción nacional en 2020, reporta un nivel de avance de 49,3% en la implementación de prácticas de sostenibilidad.
Europa: el foco de la palmicultura sostenible
Por otro lado, es clave destacar la priorización de la compra sostenible en los países productores como Colombia que realizan grandes mercados como Países Bajos, principal destino de exportación de la agroindustria de la palma de aceite en Colombia, que en 2020 privilegió la compra certificada, aumentándola del 89% a 98%, con respecto al año anterior.
También Alemania aumentó la compra de aceite de palma certificado, llegando a un 77% en 2020, frente a 51% en 2019. Es de destacar que los volúmenes exportados a Europa se acercan al 100% de la capacidad producida en Colombia con certificación.
Ximena Mahecha, gerente del Programa de Aceite de Palma Sostenible de Colombia, de Fedepalma, explica sobre este tema que, en lo ambiental, es de resaltar que el cultivo de la palma de aceite en el país se ha expandido con prácticamente nula deforestación, y cuenta con un amplio potencial para desarrollarse de manera sostenible, tal como muestra la cantidad de toneladas certificadas en el país.
Más detalles en la siguiente infografía interactiva de palma de aceite certificada en Colombia:
Todas estas condiciones llevan a creer en una palmicultura colombiana única y diferenciada y con alto potencial de aprovechar su crecimiento en los mercados globales, teniendo en cuenta la coyuntura por el Covid-19, la escasez de producción, alza en costos en los países del Sudeste Asiático y las propias ventajas con las que cuenta este cultivo icónico para el agro nacional.
Principales objetivos para el presente y el futuro
Bajo este contexto y potencial de crecimiento y proyección que tiene la palmicultura colombiana, el Barómetro Palmero de Solidaridad Network deja ver tres importantes conclusiones en el camino a la transformación del sector palmero en el país para lograr una producción sostenible y libre de deforestación.
En primer lugar, resalta la importancia de incluir a los pequeños productores, para lo que es clave el fortalecimiento del servicio de asistencia técnica que promueva la adopción de las mejores prácticas de sostenibilidad, especialmente para estos agricultores quienes en mayor medida requieren acompañamiento para no quedarse rezagados en cuanto a prácticas sostenibles, laborales y aumento de la productividad en los cultivos.
En segundo lugar, está el crecimiento de ventas de aceite de palma certificado (CSPO) de Colombia esperado en los mercados internacionales, incluyendo a Latinoamérica, Estados Unidos y Europa, que es el principal destino de las ventas CSPO de Colombia. Esto pues el mercado europeo se abastece con un 90% de CSPO en sus importaciones totales del aceite de palma. Además, es clave el fortalecimiento de la demanda para CSPO en países cercanos como Brasil, México y Estados Unidos, para poder absorber la futura oferta de CSPO producido en Colombia, en su mayoría por pequeños productores.
Como tercer objetivo destaca trabajar para lograr consumidores mejor informados pues, si bien estos demuestran interés en productos sostenibles, no siempre esta atención se traduce en una compra real con reconocimiento. Por ello, el Barómetro Palmero 2020 de Solidaridad Network reitera que es fundamental fortalecer la absorción de mercado con reconocimiento al aceite de palma certificado para garantizar la viabilidad económica de los esfuerzos que hacen los palmicultores en Colombia.
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