Este jueves 31 de marzo el Banco de la República de Colombia tomará una nueva decisión entorno al manejo de las tasas de interés.
Para esta ocasión, así como viene ocurriendo en este inicio de año, dos fenómenos marcan la hoja de ruta del emisor: de un lado una inflación disparada, por cuenta de los altos precios de los alimentos. Y, en el último mes, el conflicto entre Rusia y Ucrania.
Con esto de base, el mercado está a la expectativa de qué tan fuerte será el alza de tasas de interés a manos del emisor, esto también porque la Reserva Federal de Estados Unidos (FED) ya dio inicio a su normalización de la política monetaria.
Un análisis del BBVA Research da cuenta de que todo ese contexto parece ejercer más presión en América Latina en parte también porque la región carga con un lastre de fenómenos inflacionarios altos.
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“El pasado nos pesa, y mucho. Esos años de descontrol monetario e hiperinflaciones entre los 80 y 90 hacen que cada vez que se sienta aun cuando sea un asomo de inflación nuestros bancos centrales salgan con firmeza y decisión a aplacar las expectativas inflacionarias”, se lee en el documento.
Puntos inflacionarios de análisis
Recuerda el BBVA Research que los bancos centrales de las principales economías de la región han empezado una normalización de la política monetaria con alzas promedio 425 puntos básicos.
En ese marco de referencia, Brasil ha aumentado sus tasas de interés por tener una de las inflaciones más altas, rozando el 10,8 % con corte a marzo.
“Colombia, quizás un poco más tímido por que el fenómeno inflacionario tardó en iniciar localmente (va en el 8,01 % a febrero), también ha acompañado las subidas con 225 puntos básicos a la fecha, casi en igual medida a las reducciones realizadas para atender la pandemia”, se lee en el documento.
A ojos de esta coyuntura, BBVA Research aseguró que es natural que la política monetaria en la región continúe esta tendencia, con incrementos adicionales a los ya observados.
Esto último para controlar “el gasto que excede la producción, pero en especial para evitar que se despierten los mecanismos de indexación que hicieron en el pasado muy difícil el control de la inflación”, dice el informe.
Pero la decisión también va a ir encaminada a intentar ponerle freno a la presión de los altos precios de materias primas por la guerra entre Rusia y Ucrania, así como la presión que se genera por la normalización de la política monetaria en Estados Unidos.
“Al final de cuentas, una inflación desbordada siempre será el mayor lastre de los más vulnerables en economías con una deuda histórica en lo social”, concluye el análisis.
Finalmente, hay que tener en cuenta que el mercado espera, para el caso de Colombia, un alza de tasas que podría incluso llegar a los 150 puntos básicos, con lo que la tasa de interés escalaría hasta el 5,5 %.