Las escenas que sucedían hace dos años en China, en el periodo más duro del confinamiento que trató de frenar la expansión de la covid-19, han vuelto a algunas grandes urbes del gigante asiático, según lo informó la cadena inglesa de noticias BBC.
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De acuerdo con los reportes de prensa, millones de personas en todo el país se enfrentan ahora a duras restricciones por el repunte de los casos de coronavirus.
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Entre las zonas afectadas por nuevas medidas se encuentran algunos puntos neurálgicos del país como el centro tecnológico Shenzhen y la megaurbe de Shanghái.
Incluso grandes empresas multinacionales han detenido algunas operaciones a medida que China amplía las zonas confinadas, debido al repunte de los casos, que esta semana alcanzaron picos diarios de 5 mil, la mayoría en la provincia de Jilin.
Los 24 millones de residentes de esta provincia nororiental recibieron órdenes de cuarentena, siendo esta la primera vez que China restringe una provincia entera desde el cierre de Wuhan y Hebei, al comienzo de la pandemia hace dos años y tres meses.
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A los residentes de Jilin se les ha prohibido moverse y cualquiera que quiera salir de la provincia debe solicitar un permiso policial.
Las medidas se producen un día después de que impusiera un bloqueo de cinco días a los 12,5 millones de residentes de la ciudad sureña de Shenzhen, donde todos los servicios de autobuses y metro están suspendidos.
De acuerdo con los reportes de la BBC, a muchas de las empresas de la región se les ha ordenado cerrar o que sus empleados trabajen desde casa, a menos que proporcionen servicios esenciales como alimentos, servicios públicos u otras necesidades.
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