Es una medida desesperada, así califican algunos analistas la resolución de la Comunidad Europea en la que se pretende aislar financieramente al sector bancario ruso como una estrategia para disuadir a Vladimir Putin de su actitud belicosa con Ucrania, tras la puesta en marcha de una incursión militar que de acuerdo con medios internacionales ya deja al menos cerca de 230 muertos, muchos de ellos civiles, incluso niños, sin que hasta el momento se tenga clara una cifra oficial de las bajas en las filas rusas. Toda la información sobre el conflicto Rusia – Ucrania
Concretamente, la Comunidad Europea habla de excluir al sistema bancario ruso del sistema Swift, una sigla que por definición integra a la Sociedad para las Telecomunicaciones Financieras Interbancarias Mundiales (Swift).
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¿Qué es la Swift?
Esta entidad fue fundada en 1973 para brindar seguridad a las comunicaciones bancarias, tras la sustitución del fax, y es usada por 11 mil instituciones para enviar mensajes instantáneos de todos los movimientos que efectúan los usuarios financieros, de tal manera que se le considera esencial para las transacciones corporativas mundiales.
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En otras palabras, la expulsión de Rusia del SWIFT haría casi imposible que las instituciones financieras enviaran dinero dentro o fuera del país, lo que supondría un choque repentino para las empresas rusas y sus clientes extranjeros, especialmente los compradores de exportaciones de petróleo y gas denominadas en dólares estadounidenses; por lo menos eso supone el bloque de países opositores a Moscú.
«La interrupción pondría fin a todas las transacciones internacionales, desencadenaría la volatilidad de las divisas y provocaría una salida masiva de capitales», escribió Maria Shagina, investigadora invitada del Instituto Finlandés de Asuntos Internacionales, en un artículo publicado el año pasado para el Carnegie Moscow Center. Excluir a Rusia del Swift provocaría una contracción de su economía del 5%, según estimó en 2014 el exministro de Finanzas Alexei Kudrin, en una declaración consignada por CNN.
Frente a la puesta en marcha de esta alternativa se han pronunciado países como Francia, Alemania, Italia, Reino Unido, Canadá y Estados Unidos cuyos mandatarios, además de calificar como altamente probable la estrategia, publicaron este sábado una declaración conjunta para condenar la invasión rusa.
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En una actitud casi irónica, altos miembros del gobierno ruso, entre ellos algunos legisladores, respondieron diciendo que la medida si bien impone un bloqueo que perjudicaría al régimen moscovita también perjudicaría en gran medida a muchas ciudades europeas pues de inmediato se detendría la venta de recursos como el petróleo, gas y metales.
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La declaración no pasa desapercibida si se tiene en cuenta que muchos territorios europeos dependen irremediablemente de insumos rusos como el gas o los hidrocarburos, necesarios para suplir la demanda energética de países que de otra manera se verían avocados no solo a horas de penumbra por la falta de electricidad sino también a la amenaza de inclementes y letales oleadas de frio, por la falta de electricidad en calentadores.
«Si desconectan a Rusia del Swift, no recibiremos divisas, pero los compradores, los países europeos en primer lugar, no recibirán nuestras mercancías: petróleo, gas, metales y otros componentes importantes», dijo Nikolai Zhuravlev, vicepresidente de la Cámara Alta del Parlamento de Rusia, según el medio de comunicación estatal TASS.
En otras palabras, con la medida de excluir a Rusia del sistema Swift no solo se perjudica el sistema bancario ruso y al mercado financiero internacional, también se compromete con serio riesgo la vida de pueblos europeos que dependen directamente de los insumos energéticos rusos.