La fragilidad financiera generada por la crisis de la Covid-19 y la falta de transparencia de las deudas hacen que los países en desarrollo enfrenten riesgos crecientes, así lo indica el más reciente informe del Banco Mundial, publicado este martes.
De acuerdo con el “Informe sobre el desarrollo mundial 2022: Finanzas al servicio de la recuperación equitativa”, mientras que el aumento de la inflación y de las tasas de interés plantean nuevos desafíos para la recuperación, los países en desarrollo deben “abocarse a promover sectores financieros más saludables”. Lea más en noticias económicas internacionales.
Anota que los “riesgos pueden estar ocultos”, puesto que hay una interrelación entre los balances financieros de los hogares, las empresas, los bancos y los Gobiernos. En ese sentido, para el organismo, los altos niveles de préstamos dudosos y deuda oculta suponen un obstáculo para el acceso al crédito y reducen las posibilidades de financiamiento tanto para los hogares de bajos ingresos y de las pequeñas empresas.
Así lo afirmó David Malpass, presidente del Banco Mundial: «Existe el riesgo de que la crisis económica que conllevan la inflación y el aumento de las tasas de interés se extienda debido a la fragilidad financiera. La mayor rigidez de las condiciones financieras mundiales y la escasa profundidad de los mercados de deuda interna de muchos países en desarrollo ahuyentan la inversión privada y entorpecen la recuperación».
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«Es fundamental trabajar para que el acceso al crédito sea amplio y la asignación de capital se oriente al crecimiento. Esto permitiría que las empresas más pequeñas y dinámicas, así como los sectores con mayor potencial de crecimiento, inviertan y creen empleo», agregó el funcionario.
Para nadie es un secreto que el crecimiento económico mundial se vio afectado a causa de la pandemia de la Covid-19, así como también fue evidente el aumento tanto en las tasas de pobreza y la desigualdad. Situaciones que provocaron la respuesta de los distintos gobiernos para mitigar algunos de los impactos sociales y económicos más graves, medidas que, a la par, elevaron la deuda pública.
“La respuesta también puso de manifiesto diversas dificultades relacionadas con la deuda privada que ahora deben abordarse con urgencia, entre las que figuran la falta de transparencia en la información sobre los préstamos dudosos, la gestión demorada de los activos en dificultades y el acceso limitado o nulo de las empresas y los hogares más vulnerables al crédito”, añadió el informe.
En consecuencia, en el documento publicado por el Banco Mundial se destacan distintas esferas de acción prioritarias, una de ellas es la detección temprana de los riesgos financieros. El organismo explica que debido a que pocos países tienen el espacio fiscal y la capacidad para abordar todos los desafíos simultáneamente, en el informe se expone el modo en que pueden establecer prioridades para asignar sus recursos en función de su contexto.
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Sumado a la detección de los riesgos financieros, el Banco Mundial hace énfasis en la necesidad de la resolución de los problemas del sector financiero para así ayudar, en paralelo, la economía de los ciudadanos. De acuerdo con el organismo, distintas encuestas realizadas en países en desarrollo durante la pandemia mostraron que el 46% de las empresas preveía caer en mora. “El nivel de incumplimiento de los préstamos podría ahora aumentar, explica el informe.
Así, subraya que, pese a la contracción de los ingresos de los hogares y las empresas derivada de la crisis, la proporción de préstamos dudosos sigue “sin acusar el impacto y es inferior a lo esperado”. No obstante, esto podría estar explicado por las políticas de tolerancia implementadas por los distintos gobiernos y la relajación de las normas contables “que enmascaran riesgos ocultos significativos, los cuales se pondrán de manifiesto solo cuando se eliminen las políticas de apoyo”, indica.
Carmen Reinhart, vicepresidenta sénior y economista en jefe del Grupo Banco Mundial, afirmó que, antes de las crisis, “a menudo son las cosas que no ves las que finalmente te dañan. Cabe esperar que muchas vulnerabilidades permanezcan ocultas (…). Es hora de priorizar medidas tempranas y específicas para respaldar un sistema financiero saludable capaz de generar el crecimiento del crédito necesario para impulsar la recuperación. Si no lo hacemos, los más vulnerables serán los más afectados».
El informe publicado este martes el Banco Mundial también exhorta a gestionar de manera proactiva los préstamos dudosos. Explica que muchos hogares y empresas enfrentan niveles insostenibles de deuda, debido a la disminución en sus ingresos. Por lo anterior, considera que los mecanismos de insolvencia eficaces “pueden ayudar a evitar que surja el riesgo de sobreendeudamiento a largo plazo y se otorguen préstamos a empresas «zombis», que socavan la recuperación económica”.
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En consecuencia, mejorar los mecanismos de insolvencia, facilitar las negociaciones extrajudiciales, especialmente para las pequeñas empresas, y promover la condonación de deudas son medidas que, a juicio del organismo, pueden facilitar la reducción ordenada de las deudas privadas.
“En los países de ingreso bajo, es necesario gestionar de manera proactiva, ordenada y oportuna la deuda pública, cuyos niveles se han elevado notoriamente. La historia muestra que la demora en abordar el sobreendeudamiento público se asocia con recesiones prolongadas, elevada inflación y menor volumen en los recursos destinados a sectores esenciales como la salud, la educación y la seguridad social, lo que provoca un impacto desproporcionado en los pobres”, añade.
El Banco Mundial hace énfasis en la necesidad de que el acceso al financiamiento sea inclusivo, esto ayudaría a la recuperación. Mientras que en los países de ingreso bajo y mediano, el 50% de los hogares no puede sostener el consumo básico durante más de tres meses, una empresa promedio solo tiene reservas de efectivo para cubrir dos meses de gastos.
“Los hogares y las pequeñas empresas son los que se han visto más amenazados por el riesgo de quedar sin crédito. Sin embargo, el acceso al financiamiento mejora la resiliencia de los hogares de bajos ingresos y permite a las pequeñas empresas lidiar con los confinamientos, mantenerse en actividad y, con el tiempo, crecer y apoyar la recuperación”, indica.
Para el Banco Mundial las herramientas y los productos financieros digitales podrían ayudar a evaluar el riesgo de los prestatarios y ofrecer mecanismos de recurso en caso de incumplimiento; “de este modo se puede mejorar la gestión del riesgo crediticio, facilitar la concesión de préstamos y promover nuevas oportunidades económicas”, dice.
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Concluye diciendo que las reformas normativas que estén encaminadas a la recuperación también son una oportunidad y una guía para que los “gobiernos y los entes reguladores aceleren el viraje hacia una economía mundial más eficiente y sostenible”.
Subraya que el cambio climático “es una fuente importante de riesgos para la economía mundial”, al que no se le presta la atención necesaria, por ello, el Banco Mundial cree que las políticas de respuesta a las crisis y “las reformas a largo plazo bien diseñadas pueden alentar el flujo de capital hacia empresas e industrias más ecológicas”.