Por estos días es recurrente leer que los principales bancos centrales del mundo están liderando una política de alza de tasas de interés por varias causas.
La más importante tiene que ver con una inflación disparada, por problemas de oferta y demanda de algunos bienes primordiales para la economía, pero también por el cause de la normalización económica luego de dos años de pandemia.
Dado esto, desde la Reserva Federal (FED) en Estados Unidos, hasta el Banco de la República en Colombia, han manifestado, y materializado, la decisión de incrementar sus tasas de interés o lo que se conoce como “normalizar la política monetaria”.
Para tener algo de contexto, en el marco del momento más crítico de la pandemia, el cierre de la economía llevó a gobiernos y Bancos Centrales a impulsar una política contracíclica.
Lo anterior se traduce, básicamente, en que mientras la economía no estaba generando liquidez o recursos, los órganos dirigentes debieron inyectar dinero para no tener, por ejemplo, cierres de empresas, aumento de la morosidad en créditos, incremento significativo de la pobreza, entre otros.
Otras explicaciones
Entonces, como lo explica el portal Saber Más, de Asobancaria (gremio que reúne a los bancos en Colombia), un mecanismo para estimular a la economía, en periodos como el que se vio con la pandemia, es la baja de tasas de interés.
Esta reducción de tasas se hace “cuando hay poco dinero en circulación, haciendo que sea más barato endeudarse y menos atractivo ahorrar, lo que a la larga se traduce en más consumo, producción y empleo”, dice el portal.
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Pues justamente lo que parece estar ocurriendo, con olas de Covid-19 menos mortales, es que el mundo ya no necesita de mayores estímulos para mantener a la economía con una salud estable.
Es entonces recurrente escuchar a Jerome Powell, presidente de la FED, asegurar que la economía de los Estados Unidos no necesita del estímulo de antes, pues, básicamente, hay con qué responder en el proceso de reactivación.
Es decir: hay la suficiente motivación para crear empleo, para que llegue inversión extranjera, para que la gente gaste y ahorre bajo sus propios medios.
Hay normalización
Leonardo Villar, gerente del Banco de la República de Colombia, lo mencionó luego de la más reciente Junta Directiva: parece ser cada vez más claro que el país necesita de menores estímulos.
Al anterior análisis hay que agregarle una variable de peso: la normalización trae consigo una mayor demanda de bienes y servicios, lo que desencadena en periodos inflacionarios.
Justamente problema al que se enfrenta el mundo en el corto plazo: el grueso de economías registra máximos históricos de inflación, con tendencia a seguir creciendo hasta mediados de 2022.
“En general, todas las economías conviven con algún nivel de inflación, sin embargo, cuando este nivel es excesivo se deben tomar medidas para que los precios no se eleven demasiado. Es entonces cuando el Banco de la República decide aumentar las tasas de interés, haciendo que el crédito sea más costoso y la gente procure no pedir prestado. Con el tiempo esto se traduce en una disminución del consumo, además de incentivar el ahorro”, recuerda el portal de Asobancaria.
De momento, se espera que esta normalización de la política monetaria siga su trayecto hasta la última parte del año, claro está, esperando lo que pueda llegar a ocurrir con el nivel de precios de la economía mundial, un fenómeno que también se prevé empiece a normalizarse a cierre de 2022.