El Fondo Monetario Internacional (FMI) entregó sus nuevas perspectivas sobre el crecimiento del PIB mundial para 2022 y para 2023. En un primer vistazo, el nuevo análisis tiene en cuenta una peor previsión en 2022, pero una mejor para el próximo año.
Según el más reciente informe de perspectivas mundiales, el PIB mundial va a crecer 4,4 % en 2022 y ya no el 4,9 % que se estimaba en el documento de octubre del año pasado.
El nuevo pronóstico tiene en cuenta el hecho de que la economía mundial llegará a 2022 con un crecimiento del 5,9 % (misma perspectiva del análisis expuesto en octubre de 2021).
El cambio de pronóstico para 2022 tiene presente varios factores: uno de los más importantes es el golpe de las nuevas olas de Covid-19, asociadas a la variante ómicron.
Pero también se sopesa el hecho de que varias de las economías más importantes del mundo van a verse presionadas a picos inflacionarios que podrían tener su punto más alto a cierre del primer semestre de 2022.
Una vez esbozado ese escenario, las apuestas del FMI para el 2023 son un tanto más optimistas, viendo un crecimiento de la economía mundial en el 3,8 % y no en el 3,6 % del informe anterior.
Ojo a las principales economías
Una vez esbozado ese primer escenario, el FMI prevé que las economías avanzadas del mundo crezcan menos a lo esperado tanto en 2021, como en 2022.
Para el caso del año pasado, la previsión se movió del 5,2 % al 5 %. Para 2022 cambia el pronóstico del 4,5 %, al 3,9 %.
Para 2023, en cambio, las expectativas mejoran: del 2,2 % al 2,6 %, empujada esta mejora en una economía mundial un tanto más normalizada y sin restricciones al comercio internacional.
El punto que llama la atención tiene que ver con Estados Unidos, economía que ya no crecería al 6 % en 2021, sino al 5,6 %. Para 2022 la baja en la estimación es todavía más profunda: pasando del 5,2 % al 4 %. En 2023, la estimación muestra una mejora del 2,2 % al 2,6 %.
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Esto último teniendo en cuenta que la inflación de Estados Unidos está en máximos no vistos desde hace 40 años, lo que llevará a un endurecimiento a manos de la FED para aumentar las tasas de interés.
Mismo fenómeno que se repite a lo largo del mundo, y que lleva a poner en riesgo la inversión extranjera y la eventual recuperación del mercado laboral.
Del lado de Asia, el FMI recuerda que los ojos siguen puestos en China, economía en la que también hay reducciones de pronósticos para 2021 y 2022, para luego tener un mejor pronóstico de crecimiento en 2023.
“La rebaja de calificación de China refleja la continua reducción del sector inmobiliario y una recuperación más débil de lo esperado en el consumo privado. Las interrupciones en el suministro también han provocado rebajas en otros países, como Alemania”, explica el FMI.
