De acuerdo con un estudio realizado por el EAE Business School, sobre el futuro de las criptodivisas en el mundo, se estima que, en los próximos cinco años, las principales divisas del mundo tendrán su equivalente digital.
Explica el documento que, por cuenta del avance del desarrollo tecnológico, y la premura por responder a las nuevas necesidades del mercado, este tipo de monedas serán cada vez más normalizadas en el corto y mediano plazo.
“Hay enormes retos pero, hoy por hoy, se trata de la tecnología que proporciona una mayor seguridad en las transacciones. De igual modo que la adopción del dinero fiduciario frente al dinero basado en materia prima, o de la tarjeta de crédito supusieron ingentes esfuerzos, por ejemplo, para luchar contra los fraudes. Estamos ante un nuevo tipo de dinero que incrementará la seguridad, a medio plazo, de la fortaleza del sistema y reducirá el número de intermediarios”, dijo Javier Rivas, profesor de la institución y uno de los autores del informe.
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El llamado sin embargo está en el hecho de que el actual número de criptomonedas es “insostenible”, causa esto último de la desregulación.
El mercado de criptomonedas, agrega el estudio, vale hoy cerca de US$2 billones. “Esto en sí mismo es un peligro para los mercados financieros internacionales. Cualquier medida de control debe ser gradual y debe intentarse que la desaparición de la inmensa mayoría de estos activos genere el menor riesgo sistémico posible”, explica el experto.
Estos son los escenarios
Bajo ese punto, el informe pone de perspectiva la entrada en vigencia de tres posibles escenarios para las criptomonedas en el mundo.
En un primer escenario, en el que se mantenga la ausencia de regulación, habría un retraso de creación de criptos oficiales, lo que podría llevar a un colapso y un impacto muy importante sobre la inflación.
El estudio recuerda que “el 16 de octubre de 2021 el Banco de Inglaterra decía que la enorme inflación de criptoactivos tiene el potencial de generar una crisis como la de 2008. En un escenario así, los bancos centrales tomarían medidas”, prevé el documento.
Un segundo escenario, sigue el documento, tendría en cuenta la convivencia de criptos oficiales, regulación y los mejores criptoactivos.
“En este contexto los bancos centrales les darían apoyo y propugnarían su uso entre los ciudadanos. Esto tendría un efecto demoledor en algunos activos que se basan en relación uno por uno con dólar u otras divisas, aunque probablemente no desaparecerían del todo”, complementa el estudio.
Y, finalmente, un tercer escenario contempla la prohibición de las criptomonedas, posibilidad que a ojos de los expertos es remota.
“Esta realidad provocaría un giro en el uso de estos activos muy marcado hacia el uso fuera de la economía real y regulada y un progresivo empeoramiento de las condiciones de negocio”, concluye Rivas.
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