La alcaldesa de Bogotá, Claudia López, expidió este miércoles por decreto el Plan de Ordenamiento Territorial (POT) de la ciudad, luego de que el Concejo de la ciudad lo hundiera en semanas anteriores.
Así las cosas, la mandataria adoptó el texto originalmente presentado en septiembre de este año, teniendo en cuenta que tuvo concertación con comunidades y revisión de la Corporación Autónoma Regional (CAR).
Así como concepto positivo del Consejo Territorial de Planeación Distrital y radicación en el Concejo de la capital, tal y como lo exige la ley. L Lea más en Noticias de Infraestructura.
“Llegó la hora de ejecutar, en vez de discutir. Llegó la hora de ponernos de acuerdo sobre la Bogotá que queremos construir”, dijo López, quien agregó que el POT de la ciudad lleva 10 años desactualizado.
De acuerdo con la alcaldesa, el POT incluye cinco apuestas clave para el mediano y largo plazo de la ciudad.
Proyectos clave
1. Pagar la deuda ambiental con el planeta, ampliando la estructura ecológica y adaptando la ciudad a la crisis climática.
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2. Pagar la deuda social, generando más vivienda, empleo, educación, salud, entre otras.
3. Construir el sistema de transporte verde multimodal y regional para conectar a Bogotá con la región metropolitana.
4. Permitir que la ciudadanía acceda a empleo, educación, salud, cuidado y entretenimiento, en promedio, en 30 minutos. Para esto, se pasará de 20 a 33 localidades.
5. Construir una ciudad región integrada, con ordenamiento y urbanismo, e ingresando a la recién creada Región Metropolitana.
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En la práctica, el POT decretado permitirá que Bogotá avance en proyectos clave como cinco líneas de metro: Bosa – Calle 72, Calle 72 – Suba y Engativá, Soacha – Centro Ampliado, Usme – Calle 63 y Calle 63 – Calle 200).
En 15 años también se prevé la construcción de dos trenes de cercanías, uno en el occidente y otro en el norte.
Así como siete cables aéreos, 32 corredores verdes, 20 corredores de alta capacidad, 416 km adicionales de bicicarrilles, entre otras.
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Controversias
A pesar de estos puntos, desde algunos sectores han asegurado que el POT incluye dos puntos que perjudicarán más a la ciudad, en lugar de beneficiarla.
El primero tiene que ver con la construcción. El nuevo Plan de Ordenamiento establece que las nuevas viviendas de interés social (VIS) deberán tener al menos 42 metros cuadrados.
En su momento, desde Camacol alertaron que esto, junto con otros cambios, reducirán de “manera crítica” la oferta formal de vivienda nueva en la ciudad.
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Además, desconocería características socio-demográficas “como la reducción del tamaño promedio de los hogares y la creciente participación de hogares unipersonales y biparentales sin hijos”.
El segundo punto que generó controversia tiene que ver con el tramo norte de la Autopista Longitudinal de Occidente (ALO), que no se incluyó en el documento.
Mientras el tramo sur ya se adjudicó y el central está en estructuración, el del norte quedó fuera del ordenamiento de Bogotá, lo que afectará aún más la movilidad de la ciudad.
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“El POT de Claudia elimina la ALO al norte, para la que habíamos comprado predios y otras vías cruciales para aliviar ese problema. Tragedia para calidad de vida y la competitividad”, escribió en su cuenta de Twitter el exalcalde Enrique Peñalosa.
Vale tener en cuenta que, si bien el POT se expidió por decreto, este se puede demandar y eventualmente caerse, aunque se trata de un proceso es largo y complejo, según fuentes de la Alcaldía de Bogotá.
Una vez se hizo oficial la expdición del decreto, desde los gremios de la producción se pronunciaron sobre la decisión de la Alcaldía.
Por un lado, el presidente de la Andi, Bruce Mac Master, se hubiera podido decidir en otro momento del año, con amplia discusión y participación de toda la comunidad.
En tanto, la presidenta de Camacol, Sandra Forero, aseguró: «Un POT es un documento técnico con efectos jurídicos, y este no tiene casi nada de lo primero, pero sí muchos efectos negativos de lo segundo«.
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