La llegada Gabriel Boric a la Presidencia de Chile supondrá grandes cambios en materia económica, particularmente en lo que tiene que ver con impuestos.

Si bien la expectativa se fue reduciendo con el pasar de los días, el nuevo mandatario de los chilenos le apunta a una reforma tributaria que recaude 5% del PIB al 2025. Lea más en Noticias Económicas Internacionales.

Eso sí, para pasarla deberá tener el respaldo del Congreso, en el cual no tiene mayorías y, además, se encuentra dividido entre varias fuerzas políticas.

Al margen de esto, Boric prevé lanzar uno de los planes tributarios más ambiciosos que ha tenido América Latina en años.

Para ponerlo en perspectiva, la reforma es equivalente a casi dos de las presentadas -en su momento- por el exministro de Hacienda de Colombia, Alberto Carrasquilla, según la economista María Fernanda Valdés.

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Para lograrlo, el nuevo jefe del Palacio de la Moneda propone cinco cambios clave en impuesto de renta, exenciones, impuestos a la riqueza, tributos verdes y regalías.

Impuesto de renta

Sobre el primero, según el programa de gobierno de Boric, se pretende una mayor contribución de las personas que obtienen rentas mensuales de más de $4.500.000, unos US$5.700 (cerca de 1,5% del total de contribuyentes).

Además, plantea separar el gravamen que paga una empresa del que les corresponde a sus accionistas al retirar utilidades.

En cuanto a las pequeñas y medianas empresas, mantendrán su régimen integrado y beneficios actuales.

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Mientras que el Impuesto de Primera Categoría -se aplica a actividades industriales, comerciales, agrícolas, prestaciones de servicios y extractivas, entre otras- no tendrá aumentos.

El régimen para inversionistas extranjeros tampoco tendrá modificaciones, según el programa del presidente electo.

Exenciones

Un segundo punto tiene como propósito acabar las exenciones tributarias “cuyo fundamento ya no existe o que benefician a determinados sectores del país, que consistentemente son los de mayores ingresos”.

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Así las cosas, se buscará derogar o ajustar beneficios como los siguientes:

• Régimen de renta presunta, pasando a estos contribuyentes al régimen Pyme.
• Ganancias de capital en instrumentos bursátiles.
• Reducción del monto exento en ganancias de capital por venta de inmuebles.
• Exención en la enajenación de acciones.
• Eliminación de los beneficios a los retiros de libre disposición.
• Exención del impuesto a la herencia respecto de los seguros de vida.
• Revisión de la deducción por pago de intereses de créditos hipotecarios.
• Exención del impuesto de primera categoría a fondos de inversión privados (FIP).

Riqueza

En este punto, Boric propone “una serie de medidas focalizadas, para que un subconjunto pequeño de ciudadanos incremente su aporte”.

En la práctica, esto supondrá crear un impuesto al patrimonio neto de “personas naturales de alto patrimonio que tengan domicilio o residencia en Chile, respecto de su riqueza en el país o en el exterior”.

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Para esto, se establecerán obligaciones de entrega de información, tanto a contribuyentes como a terceros, entre los que estarían notarios, corredores de bolsa, bancos, instituciones financieras, etc.

Además, se fijaría un tributo a las “utilidades retenidas en las empresas cuya tributación se encuentra pendiente”. El objetivo, según Boric, es compensar la postergación indefinida de impuestos.

También se modificaría el impuesto a la herencias y donaciones, acercando los valores por los cuales se paga dicho impuesto a una cifra cercana a la comercial.

Impuestos verdes

A la par de lo anterior, Chile implementaría una Reforma Fiscal Verde para acceder a nuevos recursos financieros y, de paso, proceder a una transición energética.

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“Acompañaremos a sectores populares, medios y pymes en esta transición justa, buscando herramientas para mitigar potenciales efectos transitorios en sus presupuestos”, se lee en el documento del presidente electo.

También reposa que se prevé aumentar gradualmente el impuesto al CO2 desde US$5 a US$40 por tonelada emitida, y ampliar su alcance abarcando distintas fuentes de emisión.

Así como incrementar gradualmente el impuesto específico a los combustibles y eliminar las exenciones para industrias y transporte.

Igualmente, buscan subir y ampliar la cobertura del impuesto a la primera venta de automóviles; e introducir un impuesto ad valorem al plástico de envases y embalajes, y el plástico contenido en los principales productos de plásticos desechados comercializados.

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Regalías en cobre

Finalmente, el nuevo mandatario pretende implementar un royalty (regalía), cuyo objetivo sea que el Estado recupere una proporción de las rentas económicas del cobre, manteniendo los incentivos para invertir y respetando los contratos de invariabilidad tributaria.

“El mecanismo será progresivo en precios: mientras mayor sea el precio del cobre, y por lo tanto mayores las rentas económicas, mayor será la carga efectiva que enfrentarán las empresas”, explicó.

A estos se sumaría uno sobre medidas contra la evasión y la elusión de impuestos.

Para esto, se fortalecerá y dotar de más recursos al Servicio de Impuestos Internos (SII) y al Servicio Nacional de Aduanas. También se reformará la Norma General Antielusión, mejorando su redacción y facultando al SII para aplicarla administrativamente.

E incluso, prevé someter los delitos tributarios al tratamiento de delitos económicos, así como facultar al SII para que acceda de manera expedita y periódica a información sujeta a reserva o secreto bancario.

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