Moody’s Investors Service ha cambiado su perspectiva para Global Energy de positiva a estable, basándose en su expectativa de que el ritmo de mejora de las condiciones fundamentales en toda la industria se reducirá en los próximos 12-18 meses. Para más información de energía haga clic aquí.
«Tras una rápida subida de los precios del petróleo y el gas en 2021, la expansión es la generación de beneficios y flujos de caja en el sector se moderará el próximo año, aunque los precios sigan siendo elevados. Las empresas considerarán el aumento de las inversiones necesarias para apoyar la producción existente y el modesto crecimiento, al tiempo que se apresuran a satisfacer las mayores demandas de distribución a los accionistas y la mejora de los rendimientos del capital empleado», indicó Elena Nadtotchi, vicepresidente senior de Moody’s Investors Service.
Las perspectivas globales estables de Moody’s se basan en la orientación de los beneficios de los sectores de exploración y producción (E&P) y del petróleo integrado, que dominan la industria energética mundial y que apenas sufrirán cambios en 2022, tras registrar un fuerte repunte de los beneficios.
La recuperación en curso en el mundo, la demanda de petróleo, el crecimiento gradual de la oferta y un entorno de costes manejable proporcionarán un contexto macro favorable para que los productores mantengan los beneficios por encima de los niveles de 2019.
Recomendado: Plan energético de Colombia a 2050, ¿qué se busca?
Muchos productores que no invirtieron lo suficiente en 2020-21 tratarán de impulsar los presupuestos de capital para estabilizar la producción y evitar posibles descensos de los volúmenes.
Las perspectivas de beneficios de las empresas de refinado y comercialización (R&M) y de servicios petrolíferos y de perforación (OFS) están mejorando fuertemente hasta 2022.
Según Moody’s, el sector OFS se beneficiará en 2022 de un importante impulso del flujo de caja y está preparado para aumentar el flujo de caja agregado en más de 10 % en 2022 de los niveles de 2021.
La perspectiva le apunta a que el flujo de caja libre de las empresas de I+M seguirá mejorando su solidez financiera a medida que la demanda y los beneficios aumenten hasta 2022, con un consumo de combustible que volverá a los niveles anteriores a la crisis.
Recomendado: Panorama energético, insuficiente para reducir emisiones a 2050: IEA
Moody’s cambiaría su perspectiva global del sector a positiva si espera que el crecimiento del Ebitda global consolidado se acelere a más de 5 % en los próximos 12-18 meses, y a negativa si espera que el Ebitda consolidado disminuya más de 5 %.
Los riesgos para la estabilidad de las perspectivas incluyen una interrupción de la recuperación de la demanda, una recesión generalizada u otros factores que contribuyan al descenso de los precios del petróleo y el gas.
Para Moody’s, el cambio climático supone un riesgo cada vez mayor a largo plazo para la industria de la energía mundial por la transición energética, una mayor regulación y una menor demanda de los inversores.
—
