La subdirectora de hidrocarburos de la Unidad de Planeación Minero- Energética (Upme), Carolina Cruz Carvajal, explicó en qué consiste el Plan minero-energético de Colombia para 2050, durante su intervención en la IV Cumbre de Petróleo y Gas. Para más información de energía haga clic aquí.
De acuerdo con Cruz Carvajal, hay una planeación tradicional que se solía hacer y estaba enfocada a resolver los problemas puntuales identificados, así como establecer una solución a esos problemas desde el punto de vista de la planeación centralizada, que hace la Upme.
Por ejemplo, garantizando el abastecimiento -que sigue siendo el objetivo principal o parte de los objetivos principales- y con unas características de las cadenas productivas de estos sectores específicos, que solían tener nuevos actores posibles y tenían nuevas alternativas disponibles para solucionar los problemas.
En el mundo actual y futuro, lo que se ha visto desde la Upme es que, cada vez, hay más opciones tecnológicas que pueden resolver un mismo problema como: desabastecimiento o de suministro, lo que puede ser resuelto de múltiples formas.
En esas alternativas, entran también implicaciones distintas -desde el punto de vista ambiental, social y en general- del territorio, es por eso que se han tenido en cuenta acciones para, no solo responder a necesidades puntuales de servicio, sino a las condiciones actuales del país.
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Según Cruz Carvajal, ahora los usuarios directos e indirectos se preocupan de dónde viene el energético que usan y quieren tener más claridad sobre su proveniencia y de la forma de su consumo. “Los usuarios hoy en día son más proactivos y empoderados de lo que solía ser antes, cuando solo consumían”, resaltó la experta.
Es por eso que, todos los cambios de la matriz energética, conectados a los no convencionales, también aplican para el sector de hidrocarburos y es relevante para la planeación de la Upme. “Por eso hay elementos que se deben incorporar a la planeación y que requieren una especie de transformación interna”, indicó la funcionaria en su intervención en la IV Cumbre de Petróleo y Gas de la que Valora Analitik es media partner.
Por ejemplo, con el plan prospectivo, que no necesariamente tiene como objetivo definir una solución o determinar un solo camino, lo que hace es que contempla varias alternativas, salidas o caminos que se pueden tomar para llegar a una solución concreta. Este plan prospectivo funciona como un marco de referencia.
Otro plan clave, que también está dentro de los proyectos de la Upme, es el de proyección que, por ejemplo, es el plan de abastecimiento de combustibles líquidos o de expansión de transmisión. Éste identifica cuál es el escenario más probable a ocurrir y busca si hay o no suficiente suministro para garantizar la confiabilidad.
Hay que decir que el plan prospectivo es a un plazo mucho mayor que el de proyección (puede ser a diez años o 15 años). Así las cosas, el plan prospectivo puede abrir el análisis, no solo aquellos escenarios que respondan a una expresión o rigidez actual, sino que puede considerar otros escenarios más flexibles y amplios. Por eso implica un mayor plazo.
Plan energético 2050
Según la vocera de la Upme, el plan energético de Colombia para 2050 explora los posibles escenarios que hay para el sector y el país. Por supuesto, teniendo como punto de partida la demanda energética, porque es la que determina cuáles serán las necesidades para 2050.
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Los escenarios previstos buscan que sea lo más eficiente posible y arranca con una actualización de tendencias; pasa por dos escenarios intermedios y luego llega a uno disruptivo. En este último se busca cuál es el escenario en el que hay medidas tomadas, pero que son más extremas y cuál sería el punto de llegada de cada medida.
“Continuamos con las tendencias actuales, lo que vamos a tener es un incremento en la demanda de energía, que es cada vez más alto, pero esto no significa, necesariamente, que sea más eficiente”, precisó Carolina Cruz.
En contraste, en un escenario disruptivo, hay una creciente demanda de energía, pero es mucho más eficiente en la forma en cómo se obtiene como en su consumo. “La idea es tener una visión para 2050 para que, en ese momento, se haya completado la transformación energética y que esto habilite el desarrollo sostenible; es decir, que se incluyan las consideraciones, ambientales, sociales y económicas que se exigen hoy en día”, indicó Cruz Carvajal.
Estos son los pilares que están diseñados para responder a las necesidades:
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