La Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol) advirtió este jueves que los cambios propuestos en el Plan de Ordenamiento Territorial (POT) de Bogotá le darían una estocada a la oferta de vivienda en la capital de Colombia.
De acuerdo con el gremio, el proyecto define áreas mínimas, se interviene en la configuración de espacios arquitectónicos y espaciales, y se establecen estándares y metros cuadrados mínimos por habitación.
Es decir, solo se podrían construir viviendas con áreas superiores a los 36m² y de 42m² para el caso de la Vivienda de Interés Social (VIS). Lea más en Infraestructura.
A esto se suman una serie de disposiciones obligatorias sobre el diseño y la distribución de espacios con los cuales debe cumplir cada inmueble que se construya en la ciudad.
Esto aplicaría para las viviendas nuevas que se construyan en Bogotá, pero tendrían un efecto contrario en el sector privado.
De acuerdo con la presidenta de Camacol, Sandra Forero, esta serie de intervenciones propuestas en el POT reducirían de “manera crítica” la oferta formal de vivienda nueva en la ciudad.
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Además, desconocería características socio-demográficas “como la reducción del tamaño promedio de los hogares y la creciente participación de hogares unipersonales y biparentales sin hijos, que hoy representan el 22% y 23% del total de hogares de la ciudad, respectivamente”, añadió.
Los constructores calculan que Bogotá demandará 1’067.525 viviendas nuevas en los próximos 12 años, de acuerdo con las proyecciones poblacionales, la formación de hogares y el déficit habitacional cuantitativo existente.
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Esa realidad, dijo Camacol, supone que el POT deba contemplar el suelo urbanizable y todas las condiciones urbanísticas para que se pueda garantizar la oferta suficiente de proyectos y lograr que los hogares de menores ingresos accedan a una vivienda formal.
“El POT no puede ser un canal de segregación y exclusión social limitando la oferta de vivienda formal, y mucho menos, un vehículo para incentivar la informalidad urbana y la creación de asentamientos irregulares”, indicó Forero.
Esta preocupación se suma a la expresada por el ministro de Vivienda, Jonathan Malagón, quien le envió una carta a la alcaldesa Claudia López, solicitando revisar los cambios propuestos para el sector.
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Allí le indicó que es necesario revisar los ajustes del POT, sobre todo el punto de áreas mínimas, por las “consecuencias que esta medida podría tener en términos de segregación, acceso a vivienda por parte de hogares con pocos integrantes y de menores ingresos, y sobre la producción de vivienda de interés social en la ciudad”.
Para el ministro, los cambios generarían un riesgo para los hogares vulnerables, ya que no podrían adquirir una casa o apartamento de bajo costo en determinadas zonas de la ciudad, a pesar de que cumpla con el valor VIS estipulado.
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