Un nuevo informe del Banco Mundial encontró que Colombia se quedó con el primer puesto en términos de desigualdad entre los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde), además de ser la segunda economía más desigual de América Latina y el Caribe, solamente superada por Brasil.
El informe deja ver que el coeficiente Gini del ingreso del hogar alcanzó 0,53 en 2019, después de pagar impuestos y recibir transferencias.
El punto que evidencia la magnitud de la desigualdad tiene en cuenta que en Colombia los ingresos del 10 % de la población más rica es once veces mayor que la del 10 % más pobre.
Y añade el documento que el impacto económico del Covid-19 ha aumentado la desigualdad, empujando el coeficiente de Gini hasta 0,54 en 2020 y llevando a 3,6 millones de personas más a la pobreza.
Resultados poblacionales
En términos de género, el Banco Mundial evidencia que una mujer en Colombia tiene 1,7 veces más probabilidades de estar desempleada que un hombre.
Así mismo, un indígena colombiano recibe en promedio dos años menos de escolaridad que otros colombianos, “y un afrocolombiano tiene el doble de probabilidad de vivir en un barrio pobre”.
El punto de la educación para el Banco Mundial es crítico en Colombia. El informe expone que dos tercios de los hijos de migrantes desde Venezuela no están matriculados en colegios, en comparación con menos de una décima parte de los no migrantes.
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“Sorprendentemente, la desigualdad en Colombia se extiende más allá de los aspectos materiales de los medios de vida. Los colombianos con menos educación, la población rural y los desempleados o pobres tienen muchas menos probabilidades de considerarse felices”, puntualiza el documentó.
Una desigualdad que se hereda
“Entre un grupo de 75 países, la transferencia de la brecha de ingresos de una generación a la siguiente en Colombia es la más arraigada. Reducir las desigualdades no es solo un objetivo por motivos morales, también tiene un buen sentido económico”, añade el organismo multilateral.
Se requiere entonces, a ojos del Banco Mundial, que el Gobierno elabore políticas públicas para contar con una fuerza laboral mejor preparada, capacitada y productiva.
“Por ejemplo, se estima que, para 2050, cerrar las brechas de género en la participación en la fuerza laboral y la educación aumentaría el PIB per cápita de Colombia en un 14 %. Una sociedad más igualitaria significaría mejores vidas para todos”, concluye el Banco Mundial.
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