Los mercados globales siguen registrando presiones inflacionarias, acentuadas por los precios de la energía, que afectan directamente los bolsillos de los consumidores y de las diferentes industrias.
Los precios de los energéticos se dispararon durante el tercer trimestre y el Banco Mundial ve probable que se mantengan elevados para 2022, lo que podría desplazar el crecimiento económico de los países que exportan a importan energía.
La entidad publicó el Commodity Markets Outlook de octubre, en el que estimó que, para cierre de 2021, el incremento en los precios podría llegar al 80 % cuando se compara con los niveles de 2020. Estos solo comenzarían a disminuir hasta la segunda mitad de 2022. (Ver más de Internacional).
«El fuerte repunte de los precios de las materias primas está resultando más pronunciado de lo previsto anteriormente. La reciente volatilidad de los precios puede complicar las decisiones políticas a medida que los países se recuperan de la recesión mundial», dijo Ayhan Kose, economista jefe y director del Grupo de Perspectivas del Banco Mundial.
Kose considera que el incremento en los precios deja ver un escenario de “importantes riesgos a corto plazo para la inflación”. En lo que va de 2021, los precios del gas y el carbón han llegado a niveles récord y el Banco Mundial dice que se pueden producir picos en los precios por los bajos inventarios y los cuellos de botella que hay en la oferta.
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Carbón, gas y petróleo: al alza
Respecto al mercado del petróleo, el costo del barril podría promediar los US$70 al cierre de 2021 y ubicarse en un nivel de US$74 en 2022, según el cálculo que hace el Commodity Markets Outlook. La demanda del crudo se ha fortalecido por la reapertura de las economías y ese comportamiento se mantendrá a medida que avance la reactivación.
“El uso de petróleo crudo como sustituto del gas natural presenta un importante riesgo alcista para las perspectivas de la demanda, aunque los precios más altos de la energía pueden comenzar a pesar sobre el crecimiento mundial”, detalló la entidad en el Commodity Markets Outlook.
La incidencia de los energéticos genera una cadena para el resto de sectores. Por ejemplo, ha presionado la producción de fertilizantes y de elementos agrícolas. Entre tanto, los precios de los metales aumentarán alrededor 48 % en 2021 y el incremento para 2022 sería del 5 %; también se prevén presiones por los energéticos en mercados como el del aluminio y el zinc.
«Los altos precios del gas natural y el carbón están afectando la producción de otras materias primas y plantean un riesgo al alza para los pronósticos de precios», dijo John Baffes, economista senior del Grupo de Perspectivas del Banco Mundial.
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