La eliminación del tramo norte de la Autopista Longitudinal de Occidente (ALO) en el Plan de Ordenamiento Territorial (POT) de Bogotá sigue generando polémica en la ciudad.
Este martes, a pocos días de que se debata este proyecto, un grupo de concejales le enviaron una carta a la Contraloría de Bogotá, con el fin de que interceda para revivir la iniciativa.
La idea es que la entidad de control revise los impactos fiscales que le generarían a las finanzas del Distrito la exclusión de este tramo. Lea más en Infraestructura.
“Encontramos que estamos frente a unos $161.000 millones de los impuestos de la ciudad que estarían en riesgo por una decisión sobre la cual no se ha presentado el sustento técnico al Concejo, más allá de algunos compromisos electorales del Partido Verde en la ciudad”, señaló el concejal Emel Rojas.
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Y agregó que este tramo ya cuenta con estudios de factibilidad y el siguiente paso es avanzar con los diseños definitivos para iniciar su construcción.
De acuerdo con el funcionario, los recursos que estarían en riesgo serían de $60.000 millones por compra de predios; cerca de $80.000 millones por cierre, demolición y mantenimiento de la ALO; y los estudios y diseños realizados a la fecha, en los que se han invertido $22.000 millones.
El cabildante anunció, además, que radicará ante el Concejo una propuesta para que se incluya nuevamente en el POT el tramo norte de la ALO, y pedirá eliminar un punto del proyecto, que cambia la destinación a los predios del proyecto.
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Valora Analitik conoció que concejales de partidos como Centro Democrático y Cambio Radical se sumarían a esta petición de Colombia Justa Libres, y que también viene respaldando la Cámara Colombiana de la Infraestructura (CCI).
De hecho, hace unos días, el presidente de este gremio, Juan Martín Caicedo, le pidió a la alcaldesa Claudia López retomar la ALO en el norte, con el fin de hacerle frente al potencial aumento de la demanda que tendrá la ciudad en esa zona.
Bogotá “duplicará su tamaño en los próximos 40 a 50 años, con lo cual se incurre en un grave error el hecho de subestimar el aumento en el crecimiento, sin tener en cuenta las necesidades de movilidad”, indicó.
