El Gobierno de México dio más detalles sobre la reforma eléctrica presentada ante el Congreso, que busca retroceder la reforma implementada en 2013. Esa cambió las condiciones del mercado de la energía en el país, favoreciendo, en su momento, la participación de las empresas e inversionistas privados.
Pero eso podría estar por cambiar. Una propuesta de nueva reforma eléctrica ya está en manos del legislativo, organismo que debe votar si aprueba, o no, las modificaciones constitucionales que propone el presidente Andrés Manuel López Obrador, cuyo partido tiene la mayoría en el Congreso. (Ver más de Internacional).
Para entender la reforma eléctrica de México hay que tener en cuenta dos cuestiones. Primero, que la empresa estatal encargada de producir la energía es la Comisión Federal de Electricidad (CFE); segundo, que el Gobierno pretende que esta sea un actor priorizado en el sistema de nacional, generando y vendiendo el 54 % del suministro que el país necesita.
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Esa partida es fija y ahora las empresas privadas del sector energético solo podría tener una participación de máximo el 46 % del mercado de México.
La CFE cuenta con 46,2 millones de usuarios y se integraría como una sola empresa con las nueve subsidiarias, cuatro filiales y cuatro unidades de negocio que se habían creado en 2013, cuando la comisión se constituyó como “empresa productiva del estado”.
Ahora, la idea es que la entidad sea un “organismo del Estado” y las únicas subsidiarias que seguirán operando como organismos adscritos a estas serán CFE Telecomunicaciones e Internet para Todos, CFE Energía, CFE Internacional y CFE Capital.
Cambios en el despacho de energía de México
De ser aprobada la reforma eléctrica, el despacho de la energía se realizará “en orden de mérito de costos de producción”. El Cenace, que es la entidad que se encarga de coordinar esa actividad, pasará a ser controlada por la CFE, con lo que la comisión estatal será un actor del sistema y, a la vez, la entidad encargada de gestionar la transmisión y vender energía
Igualmente, habría un cambio en el despacho en la electricidad, que funcionaría así: primero se despachará la generación de las hidroeléctricas, luego la nuclear, la geotérmica, el despacho de la CFE de gas y térmica, la eólica y la solar y, finalmente, la que es producida a partir del gas de privados y carbón.
“Este nuevo despacho nos va a garantizar una mejor operatividad y flexibilidad en el sistema y nos ayuda con las tarifas eléctricas”, aseguró Roció Nahle, secretaria de Energía del Gobierno de México.
Ese orden implicará una modificación respecto al orden que se había implementado en 2013, que funcionaba así: primero se enviaba al sistema la energía nuclear, seguida por la solar y la eólica, la geotérmica, la generada a través de gas e hidroeléctricas, para continuar con la térmica y el carbón.
La reforma eléctrica de López Obrador modifica los artículos 25, 27 y 28 y el presidente asegura que esta apuesta por la transición y la seguridad energética. Meses atrás el Gobierno logró sacar adelante una reforma a la ley de hidrocarburos, que priorizó a Petróleos Mexicanos (Pemex) dentro del mercado del crudo del país.
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