Panamá avanzará en un impulso de energía limpia adoptando el etanol en su gasolina y poniendo fin al uso de combustibles pesados y carbón para sus plantas de energía para 2023, informó el ministro de Energía de el país centroamericano. Para más información de energía haga clic aquí.
Según información de Reuters, a pesar de que Panamá se promociona a sí mismo como carbono negativo, la nación centroamericana quiere diversificar aún más sus fuentes de generación de electricidad, reducir las emisiones del transporte y expandir sus interconexiones eléctricas regionales.
Un plan aprobado en noviembre por el Gabinete de Panamá estableció cinco objetivos para la transición hasta 2030 de los combustibles fósiles, expuso el ministro de Energía, Jorge Rivera. El plan incluye objetivos de movilidad eléctrica, generación distribuida de electricidad y eficiencia energética.
Vale mencionar que Panamá tiene como objetivo reemplazar una porción de cientos de miles de barriles por día de combustible, en su mayoría importados de los Estados Unidos, por biocombustibles, y depender más de fuentes renovables, incluidas la solar y la eólica, para la generación de energía.
La única planta de energía en Panamá que todavía usa carbón pertenece a un proyecto de minería de metales operado por una unidad de First Quantum Minerals (FM.TO), con sede en Toronto, que ha enfrentado desafíos legales, incluida la declaración de «inconstitucional» en 2018.
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En abril, First Quantum indicó que su unidad Cobre Panamá entregó un récord de 82.042 toneladas de cobre, más de un tercio de la producción global de la compañía, contribuyendo a una ganancia bruta de US$540 millones para el trimestre.
El país inició conversaciones hace aproximadamente un mes con Minera Panamá, en la que First Quantum tiene una participación de 90 %, para negociar un nuevo contrato. El gobierno encabezado por el presidente Laurentino Cortizo quiere aumentar los ingresos por regalías y presionar por mejoras ambientales en el proyecto minero insignia de US$6.700 millones.
Como parte de las negociaciones, Panamá le está pidiendo a la minera que actualice su planta de energía de 300 megavatios (MW), precisó Rivera. First Quantum debe presentar pronto una propuesta específica para la conversión, agregó. «Esperamos que termine la negociación este año para un contrato completamente nuevo», afirmó el ministro.
De acuerdo con Reuters, otras plantas de propiedad privada que queman diesel o combustibles pesados serán desmanteladas a fines de 2023 y reemplazadas por una planta de gas natural de 670 MW que se espera comience a operar en 2024.
Un número creciente de naciones ha establecido objetivos de emisiones netas cero para cumplir con el Acuerdo de París. Eso incluye a los dos mayores emisores del mundo, Estados Unidos y China.
Panamá también planea reanudar la importación de etanol en 2023 para mezclar inicialmente hasta 5 % con gasolina de motor, y luego trabajar con los agricultores de caña de azúcar para producirlo localmente y aumentar la mezcla al 10 % para reducir la contaminación del aire. Había dejado de importar etanol en 2014.
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Los cambios, junto con los avances en movilidad, incluida una nueva línea de metro, harían que Panamá, que depende de los combustibles importados para cubrir el 80 % de su consumo, sea menos dependiente de los combustibles fósiles suministrados desde el extranjero.
Según Reuters, Panamá también ha reanudado las conversaciones con el gobierno colombiano para una interconexión de 300 kilómetros (186 millas) que permitiría a ambos países compartir electricidad.
Una sequía severa afectó la economía de Panamá en 2019, reduciendo su capacidad para generar energía hidroeléctrica y aumentando los costos, como las tarifas de paso del Canal de Panamá. Aunque las lluvias han vuelto a la normalidad, el gobierno y el canal están invirtiendo en preparativos para huracanes y sequías.
Como parte de la interconexión, Colombia había planeado originalmente vender su excedente de energía a Panamá y Centroamérica, pero la brecha de precios entre los países se ha reducido recientemente. «Según pronósticos recientes, Panamá también podría exportar electricidad», apuntó Rivera.
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