El presidente de Promigas, Eric Flesch Santoro, resaltó este jueves los impactos en la economía colombiana de si el país entra en un déficit de gas y si se insiste en depender solamente de las energías renovables para suplir la demanda energética de Colombia. Para más información de energía haga clic aquí.
De acuerdo con el empresario, aunque las energías renovables cada día toman más fuerza, aún va a tomar un tiempo muy largo para que el país dependa de ella únicamente.
Para Flesch Santoro, Colombia no cuenta en toda su extensión geográfica con radiación solar y corrientes de vientos necesarias para que funcionen las renovables, sino solo en ciertos puntos como La Guajira, por lo que ninguna las alternativas renovables garantizarían la generación de energía que se requiere para un día completo. En ese punto resaltó que el gas, como combustible de transición, entra a ser un respaldo y complemento para esta nueva matriz que se genere.
“El gas natural, después de las energías renovables, es el combustible más limpio: cero emisiones de partículas sólidas y, con respecto a otros combustibles, tiene 35 % menos emisiones de CO2. Entonces el gas natural es el complemento ideal para las energías renovables y es clave en la transición energética”, precisó.
El líder de Promigas resaltó que esta transición podría extenderse hasta 2050, “porque no habrá ningún país que podrá depender 100 % de las energías renovables; tal vez en muchos siglos más sí, pero en el corto y mediano plazo es impensable”, manifestó.
En cuanto a las reservas potenciales de gas, Eric Flesch destacó que están mar afuera enfrente de La Guajira y del Urabá, pero señaló que sobre estas reservas no hay todavía mucha precisión de cuánto podría costar extraerlas, pero se sabe que Ecopetrol ha estado trabajando en este tema para determinar costos de producción.
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Entre tanto, el empresario indicó que hay unas reservas onshore en el subsuelo que están mayoritariamente en el valle inferior del Magdalena Medio, pero la mayoría hay que extraerla vía yacimientos no convencionales, o fracking.
Frente a este tema, Eric se mostró preocupado, pues aseguró que, aunque el fracking ya está en pilotos y habrá revisiones técnicas, legales y ambientales, aún hay muchos detractores que podrían frenar esas exploraciones y explotaciones con esta alternativa.
“Se requiere que los yacimientos no convencionales pasen estas pruebas mucho más rápido para arrancar con la explotación, sobre todo en el Magdalena Medio, pues costa afuera aún tomaría unos cinco o seis años más. Si las pruebas de los yacimientos no convencionales pasan, pensaríamos que los próximos dos años podríamos tener estás reservas de gas”, expuso Flesch Santoro.
Y agregó que “si estamos buscando que, en dos años, el país no empiece a tener déficit de gas, aún estamos a punto de cubrirlo”.
Para el presidente de Promigas el panorama sería muy preocupante si en Colombia no se aprueba la exploración y explotación de gas y petróleo con yacimientos no convencionales, lo que llevaría a una escasez de gas a partir de 2024, con unas regiones que lo sentirían más que otras: como es el caso del interior del país.
No obstante, expuso que, aunque habría un déficit de gas, no significa que Colombia ya no lo consumiría o que se cavaría por completo en el país, acotó que se recurriría a opciones como la importación de gas para cubrir la demanda del país.
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“Los hogares seguirán recibiendo el gas en sus estufas, así como las industrias; es decir, el país no se va a quedar sin gas. Lo que estamos diciendo es que vamos a depender de la importación de gas y petróleo. Esto, seguramente, afectará los precios que serán más elevados que los actuales”, alertó el ejecutivo de Promigas.
Y añadió que “el dólar subiría, todo costaría 50 % o 60 % más, la inflación sería absolutamente enorme, se generaría más pobreza y menos empleo; es decir, que habría consecuencias sociales y económicas catastróficas si el país perdiera la autosuficiencia energética”.
Flesch Santoro propuso que, la única manera de que el país no caiga en un déficit de gas, es que tenga la oportunidad de empezar a producir a través de métodos no convencionales.
“El colombiano no se va a quedar sin gas, el tema es a qué precio y esto cómo influiría en la canasta familiar de las familias”, concluyó el empresario.
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