El presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que la propuesta de reforma constitucional al sector eléctrico de México será presentada al Congreso este septiembre, buscando que el legislativo, en el que su partido Morena es mayoritario, lo apruebe prontamente.
Esta reforma a la Constitución promete transformar la Comisión Federal de Electricidad (CFE), la empresa estatal responsable de la generación de energía, con el fin de posicionarla como líder del mercado sobre otras competidoras privadas. (Ver más de Internacional).
El Gobierno tiene avanzado un borrador del proyecto y López Obrador dice que este “va a ser una muy buena iniciativa para garantizar que no aumente el precio de la luz, que no haya apagones, que le cueste menos la energía eléctrica a los mexicanos, tanto a los usuarios consumidores como a las empresas”.
El mandatario lleva varias semanas anunciando esa reforma, que se suma a los otros cambios aplicados al sector de hidrocarburos, que incluyen la construcción y mejoramiento de hidroeléctricas y de plataformas de refinación de petróleo.
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El presidente izquierdista ha sido un crítico del funcionamiento de las empresas estatales, Pemex y la CFE, y apuesta por priorizar la producción de estas en el mercado local.
Actualmente, México importa gas natural desde Estados Unidos, que le sirve para la generación de energía. No obstante, López Obrador alega que el país tiene 40 % de excedentes de ese insumo y busca corregir esa proporción.
Detrás de los cambios en materia energética hay un contexto de control de precios que pretende mitigar la inflación. El ejemplo más reciente se dio con la creación de la empresa Gas Bienestar, subsidiaria de Pemex, que comenzó a vender cilindros de gas para los hogares a precios más bajos que los privados.
Incluso, la CFE está revisando los contratos de suministro de gas natural de la administración anterior. La Comisión seleccionó 27 contratos “con condiciones comerciales desventajosas para la filial” y renegoció nueve bajo nuevas parámetros trazados por el Ejecutivo.
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