Chile elegirá al sucesor del presidente Sebastián Piñera el próximo 21 de noviembre. Entre los postulados hay nueve candidatos, entre los que tres se perfilan como los favoritos a quedarse con el Palacio de la Moneda, al pertenecer a los pactos políticos más robustos del país.
Los primeros nombres que se conocieron fueron los de Sebastián Sichel (centro derecha) y Gabriel Boric (izquierda), quienes fueron nominados mediante el sistema de primarias, un formato en el que, en el pasado, también participaron Piñera y la exmandataria Michelle Bachelet.
Sichel pertenece a la coalición Chile Vamos, mientras que Boric está en Apruebo Dignidad, dos de las agremiaciones que cuentan con mayor respaldo político en ese país latinoamericano. (Ver más de Internacional).
A estos se suma la democratacristiana Yasna Provoste, quien ganó la consulta ciudadana del domingo 22 de agosto y se convirtió en la candidata a la Presidencia por parte de la Unidad Constituyente. Provoste es la única mujer entre los nueve candidatos a la Presidencia.
Esas tres agrupaciones (Unidad Constituyente, Chile Vamos y Apruebo Dignidad) son las que han contado con un mayor respaldo de los votantes en las urnas. Pero, además de esos tres nombres, hay otros seis postulados.
La lista la continúan el abogado ultraconservador y exdiputado, José Antonio Kast; el independiente, Gino Lorenzini Barrios; el representante por el Partido de la Gente, Franco Parisi Fernandez; y el exdiputado Enríquez Ominami, quien va por su cuarta candidatura presidencial y estaba siendo investigado por fraude.
En el ramillete de postulados también están el secretario general del Partido Comunista, Eduardo Artés, quien también fue candidato en 2017; y el candidato de la Lista del Pueblo, Diego Ancalao, quien es de origen mapuche y recogió firmas para presentarse a la Presidencia.
Los comicios serán el domingo 21 de noviembre. Si ninguno de los candidatos obtiene la mayoría absoluta, el país iría a segunda vuelta, el 19 de diciembre, y quien gane llegará al Palacio de la Moneda en marzo de 2022.
Estas elecciones son atípicas porque están permeadas por la discusión de la Convención Constituyente, que tiene en sus manos la tarea de redactar una nueva carta magna que será sometida al plebiscito del pueblo en 2022.
De esta forma, Chile comienza a transitar por un periodo de cambios políticos que podrían ser estructurales, en medio de un panorama en el que se perfila como el país de Latinoamérica con la mayor recuperación en la economía tras la crisis generada por el Covid-19.
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