Acueducto de Bogotá prepara emisión de bonos; sigue recuperación de ingresos

Valora Analitik entrevistó a Cristina Arango, gerente y Diana Parra, gerente financiera de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá.

Cristina Arango, gerente empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá.

Valora Analitik entrevistó a Cristina Arango, gerente y Diana Parra, gerente financiera de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá.

La empresa es uno de los actores más importantes en la cadena de servicios públicos de Bogotá que son prestados por empresas del Distrito. Se suman en ese portafolio, el Grupo Energía Bogotá (GEB) y la Empresa de Telecomunicaciones de Bogotá (ETB).

La charla inició retomando los balances del Acueducto de la capital colombiana que cerraron el 2020 con una ganancia de $374 mil millones, cayendo 19 %. Vea más de empresas acá

Esa caída en las utilidades, se dio en un panorama de pandemia Enel que muchos sectores frenaron su actividad y, además, se decretó por parte del Gobierno Nacional, la imposibilidad de cortar el suministro de servicio a los usuarios morosos. De esa actividad proviene una parte importante de los ingresos de la empresa.

Hoy, presta sus servicios en toda Bogotá y al municipio de Soacha, en tanto en la zona de Gachancipá (Cundinamarca) y en otros municipios realiza venta de agua en bloque.

El 2021, dijeron las ejecutivas, marca una mejora en métricas como el margen Ebitda, la liquidez y los niveles de deuda.

Recordaron que el Consejo Superior de Política Fiscal (Confis) de la ciudad aprobó una capitalización de la compañía. Esos recursos salen del ejercicio propio de su negocio aun cuando se decretó el giro de dividendos al Distrito en 2021 por $88.000 millones. De ese total ya se giró la mitad en julio de este año y en octubre se entregará la otra mitad.

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Inversión y bonos sociales

El plan de inversión del Acueducto de Bogotá asciende a $1,8 billones en 2021, con el detalle de que el Capex se estima en $500 mil millones para actividades ya programadas.

Para sacar adelante los proyectos de este y los demás años, la empresa buscará financiación para iniciativas que encajan en la denominación de bonos verdes.

Para eso cuenta con el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) buscando evaluar proyectos de inversión que se puedan financiar con esos bonos verdes.

La idea, dijo Arango, es seleccionar 139 proyectos que totalicen $250 millones y que sean financiables con esos bonos.

Entre los objetivos de selección se resalta que sean de energía renovable, monitoreos hidrológicos, proyectos de conexiones, entre otros.

Por ejemplo, uno de los proyectos más importantes para la ciudad y que entra en operación 2026 es la planta de tratamiento de aguas residuales (Ptar) denominada Canoas.

En ese sentido, dijo la ejecutiva, los bonos servirán para conseguir los recursos para financiar el plan de inversión que suma $10 billones al 2027.

Los bonos, destacó, van a cumplir con los requisitos internacionales de mercado tales como los del Climate Bond Initiative.

Esos $10 billones se financian en parte con caja, en otra parte con recursos de financiación de la Gobernación, la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) y otra parte con deuda.

Entonces, los $10 billones tendrán un componente de deuda por $3 billones.

La financiación de corto plazo de la empresa plantea en el primer semestre de 2022 obtener $600 mil millones con entidades financieras.

Y, pensando en el largo plazo, el Acueducto de Bogotá debe hacer la transición hacia los llamados International Financial Reporting Standards (IFRS) para poder estructurar la colocación de los bonos sociales.

Es decir, los bonos estarían saliendo al mercado a finales de 2022 o comienzos de 2023.

Está por definirse si los bonos van a salir a emisión en el mercado primario de la Bolsa de Colombia. Primero se desarrollará el marco de los bonos verdes y se creará un comité que definirá todos esos detalles.

La primicia

A su turno, Diana Parra, vicepresidenta financiera del Acueducto, dijo que la empresa tiene a la fecha un fondo para el pago de pensiones de sus extrabajadores que suma $1 billón.

Diana Parra
Diana Parra, gerente financiera de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá.

Ese fondo, detalló, aumenta en $5.000 millones al año buscando responder por las obligaciones contraídas con los exempleados que incluyen beneficios como salud con prepagada de altos estándares.

En la actualidad, la compañía tiene 3.200 empleados, en tanto cuenta con 3.000 pensionados.

El objetivo en su cargo es tener hacia el año 2034 los recursos para pagar $3,6 billones en pensiones.

Justamente, reveló en primicia a Valora Analitik que saldrá una convocatoria entre octubre y noviembre para que fiduciarias y Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) se encarguen del manejo de ese fondo de $1 billón.

Balance a junio de 2021

Al corte de junio de 2021, detalló Cristina Arango, gerente del Acueducto de Bogotá, la utilidad generada fue de $204.700 millones, arrojando una variación de -3,9 % afectadas, básicamente, por las provisiones necesarias.

En su presentación detallaron que el consumo representa el 79 % del total de ingresos, mientras que la deuda actual que tiene es con el Banco Popular (del Grupo Aval) por alrededor de $50.000 millones.

Tiene otro compromiso de deuda con la Financiera de Desarrollo Territorial (Findeter) por $4.800 millones que les suministró recursos dentro de una línea de contingencia creada por la pandemia de 2020.

Las ejecutivas dijeron que los ingresos del negocio “ya están llegando a niveles prepandemia” y estiman que sigan mejorando a final del año con la reactivación industrial y comercial.

Las ganancias a mitad del año 2021 van al mismo ritmo de 2020, pero destacando el hecho de no haber hecho provisiones que impactaron los resultados el año pasado.

Parra enfatizó en que la cartera de recaudo se vio afectada por la pandemia debido a los incumplimientos en los pagos de parte de usuarios sin ingresos por la pérdida de empleo.

En ese sentido, los estratos 1 y 3 fueron los más afectados, así como los clientes industriales y comerciales.

Una de las tareas que ha representado esa nueva realidad es que creció la deuda vencida y la empresa se ha visto obligada a buscar a sus clientes, uno por uno, con llamadas y contacto personal para formular acuerdos de pagos.

La buena noticia es que ahora seis de cada diez pagos se hacen no presenciales por la necesidad de los clientes de pagar desde sus casas usando teléfonos móviles.

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