Las acciones mundiales están a la baja, después de que una serie de indicadores económicos chinos mostró un desplome inesperadamente brusco en el motor del crecimiento global, justo en un momento en que el mundo busca frenar con vacunas la propagación de la variante Delta del Covid-19. Vea más de Mercados.
Una racha de 10 días de ganancias en las acciones europeas se detenía, con declives liderados por los papeles ligados a las materias primas -sensibles a la demanda de China-. El índice paneuropeo STOXX 600 cedía un 0,5 %, alejándose de los niveles de récord de la semana pasada.
Las cifras sobre ventas minoristas en julio, producción industrial e inversión urbana en China estuvieron por debajo de las previsiones, una tendencia que podría empeorar ante el reciente endurecimiento de las restricciones por el coronavirus allí.
«Los datos de julio se vieron afectados de forma adversa por las masivas inundaciones en China durante ese periodo, más las restricciones al movimiento a nivel interno y en puertos claves de exportación para frenar la obstinada aparición de la variante Delta, aunque en números menores», dijo Jeffrey Halley, analista senior de mercados de Oanda.
«Lo último está afectando a los nervios de los inversores ahora, sobre todo cuando uno mira la evolución de los brotes en la región desde Australia a Singapur a Japón y en todas partes entre medias. Si alguien puede romper la tendencia es China», agregó.
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El índice de acciones mundiales de MSCI, que incluye valores de 49 países, cedía un 0,3%. Los futuros de las acciones en Estados Unidos también bajaban y los E-minis del S&P 500 y los futuros del Nasdaq restaban un 0,3%.
Los papeles destacados chinos recortaron pérdidas y cerraron con un descenso del 0,1%, mientras que el índice Nikkei japonés perdió un 1,7%, aunque el crecimiento económico superó las expectativas para el trimestre terminado en junio.
Wall Street tocó nuevos récords la semana pasada, incluso a pesar de que un sondeo mostró un brusco desplome de la confianza del consumidor en Estados Unidos hasta su nivel más bajo desde 2011, en medio de temores por la variante Delta.
El inesperado reporte y la desaceleración china se combinaron para presionar a la baja el rendimiento de los bonos a 10 años del Tesoro estadounidense hasta el 1,25%, un declive de 11 puntos básicos en solo dos sesiones.
Ese ambiente general ajeno al riesgo también ayudaba a impulsar al dólar, que ganaba un 0,1% y volvía a operar en 92,629 unidades.
El euro cedía un 0,2%, a 1,1774 dólares, y el billete verde cotizaba a 109,39 yenes, dejando atrás el pico de la semana pasada de 110,79.
En los mercados de materias primas, el oro caía a 1.771 dólares la onza, mientras que los precios del crudo perdían cerca de 2 dólares por preocupaciones sobre restricciones a los viajes por el coronavirus que podrían dañar a la demanda, sobre todo en China.
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(Con información de Investing.com)
