La Junta de Gobernadores del Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobó una asignación general de derechos especiales de giro (DEG) equivalente a US$650.000 millones, con el fin de apuntalar la liquidez mundial.
Esta es la mayor asignación de DEG en la historia del FMI y significa una robusta inyección de presupuesto para la economía mundial en medio de la reactivación tras la emergencia sanitaria del Covid-19.
Dentro de esa partida se contemplaron fondos por US$2.795 millones para Colombia, US$15.080 millones para Argentina, US$113.425 millones para Estados Unidos y otras rubros para el resto de países que hacen parte del organismo.
El ministro de Hacienda de Colombia, Jose Manuel Restrepo, y el director de Crédito Público, César Arias, han apuntado que el dinero que recibirá el país se usará para fines fiscales para atender la pandemia.
“La asignación de DEG beneficiará a todos los países miembros, abordará la necesidad de reservas a escala mundial y a largo plazo, generará confianza y promoverá la resiliencia y estabilidad de la economía mundial. En particular, ayudará a los países miembros más vulnerables que están luchando contra los estragos de la crisis provocada por la Covid-19”, señaló la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva.
La asignación general de DEG entrará en vigor el 23 de agosto de 2021. Los nuevos DEG serán acreditados a los países miembros del FMI en proporción con sus actuales cuotas en la institución.
Aproximadamente US$275.000 millones (alrededor de DEG 193.000 millones) de la nueva asignación se destinará a países de mercados emergentes y en desarrollo, incluidos países de bajo ingreso.
Los DEG se constituyen como un activo de reserva internacional creado para complementar las reservas oficiales de los países miembros y que se entregan mediante asignaciones específicas que requieren la aprobación de la Junta de Gobernadores del FMI.
Estos se establecieron en 1969 y hasta febrero de 2021 se asignaron montos por US$293.000 millones. Una de las partidas más destacadas que se gestionó en ese lapso fue la asignación de 2009, tras la crisis económica de 2008.
El organismo indicó que está estudiando otras opciones para ayudar a los países miembros más pobres y vulnerables en sus esfuerzos de recuperación, por lo que el Fondo podría poner en consideración un nuevo Fondo Fiduciario para la Resiliencia y la Sostenibilidad para facilitar un crecimiento más resiliente y sostenible a mediano plazo.
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