El Senado de Estados Unidos sacó adelante el acuerdo bipartidista para aprobar el plan de infraestructura presentado por el presidente Joe Biden. La iniciativa tiene un monto total de US$1 billón y plantea modernizar las carreteras, puentes y zonas públicas del país.
La administración demócrata impulsó esa medida argumentando que las inversiones en infraestructura dinamizan la economía, sosteniendo que estas crearán dos millones de nuevos empleos por año y fortalecerán el proceso de recuperación tras la crisis generada por el Covid-19.
Biden aseguró que “este acuerdo realiza inversiones clave para poner a la gente a trabajar en todo el país en empleos sindicales bien remunerados: en ciudades, pueblos pequeños, comunidades rurales y en nuestras costas y llanuras”.
El proyecto contempla inversiones federales por US$550.000 millones para mejorar la infraestructura en el ámbito nacional y tiene otras disposiciones encaminadas a cada componente de esta.
Incluye US$110.000 millones de fondos para carreteras y puentes, US$40.000 millones direccionados exclusivamente para reconstruir puentes y US$17.500 millones adicionales para iniciativas más complejas en materia de vías.
También destina US$39.000 millones para modernizar el transporte público, US$66.000 millones para ferrocarriles y otros montos relacionados con la mejora del sistema ferroviario.
Estados Unidos apuesta por la movilidad eléctrica con la inyección de US$7.500 millones para construir una red nacional de cargadores de vehículos eléctricos, además de US$5.000 millones para adquirir buses de bajas emisiones y de cero emisiones y otros US$2.500 millones para ferris.
Hay otra partida de US$17.000 millones para puertos y US$25.000 millones para aeropuertos. Según Biden, Estados Unidos se había quedado atrás en materia de infraestructura, mientras otros competidores como China se convirtieron en líderes mundiales en ese aspecto.
Rob Portman, el senador demócrata a cargo de la negociación, prometió que “el acuerdo bipartidista actualizará y modernizará la infraestructura de Estados Unidos sin aumentar los impuestos ni aumentar la inflación”.
Desde la Casa Blanca, Biden aseguró que “este acuerdo es la inversión más importante en transporte público en la historia de Estados Unidos y más relevante en el ferrocarril desde la creación de Amtrak hace 50 años”.
La financiación del plan de infraestructura incluye aumentar el recaudo de impuestos. Esta, sin embargo, se hará sin incrementar las tasas para quienes ganan menos de US$400.000 al año y sin tocar los gravámenes de los combustibles y vehículos eléctricos.
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