Petróleos Mexicanos (Pemex) mantendría un flujo de caja negativo en 2021 de alrededor de US$8.000 millones, a pesar del plan de apoyo a la petrolera estatal que implementó el Gobierno, según detalló Moody’s Investors Service.
En su revisión trimestral de la empresa, la agencia aseguró que los principales proyectos de inversión liderados por el presidente Andrés Manuel López Obrador, que constan de dos refinerías, son una carga para la empresa.
Pemex, la mayor empresa energética y de hidrocarburos de México, registra una alta carga fiscal y vencimientos de deuda que están próximos a cumplirse. Además, está enmarcada en un contexto de austeridad en el sector público, mediante el que sus directivas buscan reducir los costos de funcionamiento de la empresa.
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Entre marzo de 2020 y marzo de 2021, Pemex registró ingresos por US$45.900 millones y activos valuados en US$99.000 millones. Para ese mes, la empresa contaba con US$2.000 millones en efectivo y menos de US$175 millones en facilidades crediticias comprometidas
En 2020 Pemex produjo un promedio de 1.706 miles de barriles por día. El 66 % de esa producción es materia de exportación, principalmente a Canadá y Estados Unidos. Pero ese panorama está en un proceso de transformación porque el Gobierno anunció que la estatal dejará de exportar crudo a 2023.
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La administración de López Obrador trazó una línea de apoyo a la petrolera que redujo la tasa de impuesto por ganancias, aplicó exenciones fiscales y facilitó transferencias de dinero.
A pesar de esto, “la liquidez intrínseca de Pemex es débil y altamente dependiente del respaldo del Gobierno debido a su persistente flujo de caja negativo y vencimientos de deuda en curso”, consideró Moody’s.
La calificadora proyecta que el precio del barril de petróleo WTI estará en un promedio de US$52 en lo que queda de 2021, valor que representa una marcada recuperación respecto a la media de US$39 registrada en 2020.
“Nuestro pronóstico de flujo de efectivo es cercano a los US$1.600 millones, superiores al valor negativo de US$1.200 millones en 2020. Este beneficio se compensa parcialmente con un aumento en el gasto de capital debido al objetivo de la compañía de mantener la producción de petróleo crudo al menos estable”, consideró la calificadora.
Pemex realizó dos importantes inversiones en los últimos meses, con la compra de la participación de Shell en la refinería Deer Park y la construcción de la refinería Dos Bocas. No obstante, Moody’s detalló que esas inversiones son una “carga de gasto de capital de Pemex con dudosos retornos de inversión y costos de riesgos excesivos”.
Moody’s proyecta una mejora en las métricas crediticias de Pemex si la actividad económica del país mejora y los precios del petróleo mantienen su tendencia alcista de los últimos meses.
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