El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, anunció la puesta en marcha de lo que su gobierno calificó como la “mayor reforma tributaria en medio siglo”, sentenciando que la estructura fiscal del país no ha recibido actualizaciones profundas lideradas desde el Gobierno Federal.
Su propuesta contempla mayores exenciones y reducciones en el impuesto sobre la renta en todos los rangos salariales, también habla de la reducción de impuestos y tasas para empresas e inversiones y el Ejecutivo cree que se traducirá en más recursos e inversiones.
La premisa de la administración derechista es que Brasil cuenta con el sistema tributario “más complejo del mundo” y que simplificarlo permitiría reducir los costos que tiene el Estado en la ejecución de la amalgama de tributación.
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“Aquellos que ganan menos pagarán menos impuestos e, incluso, algunos no tendrán que cancelar tasa alguna en su salario”, prometió el mandatario, quien también plantea que todos los rangos salariales tendrán una reducción del impuestos sobre la renta.
Actualmente, las personas que ganan más de 1.903 reales deben pagar impuesto sobre la renta y ese techo se elevaría a los 2.500 reales, lo que permitiría beneficiar a 16,3 millones de personas. A partir de ese valor, de acuerdo con el rango salarial de la persona, se realizarían ciertas reducciones a ese gravamen.
“Para quienes se remuneran con utilidades y dividendos empresariales, la reforma tributaria crea un rango de exención para los pequeños empresarios y equilibra la tributación de los más grandes. Brasil es uno de los pocos países en los que los grandes empresarios no pagan impuestos cuando retiran recursos de la empresa como ingresos personales”, consideró el Gobierno.
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Su proyecto también crea una gama de exenciones tributarias sobre utilidades y dividendos para quienes reportan valores hasta por 20.000 reales, con el fin de favorecer a los pequeños empresarios. Para las compañías medianas que están por encima de ese rubro, la tributación a las utilidades y dividendos será del 20 %.
Los ajustes en la reforma tributaria de Bolsonaro aplican para todos los sectores y promete una reducción masiva de impuestos, que pasaría del 15 % actual al 12,5 % en 2022. Luego, en 2023, al 10 %.
“Con menos impuestos, las empresas tendrán menos costos y mayor productividad. Con más recursos en efectivo, es posible invertir más en el negocio. Además, será posible atraer más inversiones extranjeras”, consideró el Ejecutivo.
El proyecto plantea una tasa única a las inversiones en los bancos, sin diferenciar entre montos pequeños, medianos y grandes, que estaría en 15 %, danto un trato único tanto a aquellos que invierten pocos ahorros como a las personas que tienen la capacidad de inyectar grandes cantidades de dinero.
“Esta reforma tributaria es la más profunda e importante en 55 años. Por un Brasil con tributación justa, favoreciendo a quienes menos ganan, estimulando inversiones y generando empleos e ingresos”, consideró el Gobierno de Jair Bolsonaro.
El Congreso de Brasil es bicameral. En la Cámara de Diputados el mandatario cuenta con 256 escaños, mientras que la oposición tiene 155 y 112 curules están en manos de independientes. Entre tanto, en el Senado tiene 61 legisladores a su favor y hay una veintena de opositores. Esos números abren una importante ventana de oportunidad para que su reforma tributaria sea aprobada.
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