6 tendencias para el regreso a la oficina de manera sostenible

El retorno a las oficinas se está convirtiendo en una oportunidad para explorar nuevas modalidades de trabajo sostenible en las empresas.

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FOTO: Pixabay

El retorno a las oficinas se está convirtiendo en una oportunidad para explorar nuevas modalidades de trabajo y las empresas están descubriendo ventajas al momento de implementar estrategias en esta dirección.

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Entre estas alternativas están la flexibilización de las jornadas o la estandarización del trabajo remoto.

Y es justamente en el marco de esta nueva realidad que se hace relevante y oportuno traer a la mesa un aspecto que quizás no pareciera ser obvio, pero que tiene el potencial de convertirse en un pilar de crecimiento para las organizaciones en estas circunstancias: la sostenibilidad.

Pero, ¿cómo se relaciona la sostenibilidad con la flexibilización de las modalidades de trabajo y atención al público? y ¿cómo puede beneficiarse una compañía que decida enfocar sus esfuerzos en este sentido?

De acuerdo con Inmotion Group, una compañía de optimización de la movilidad mediante procesos de analítica y desarrollo tecnológico, estas son algunas de las estrategias que las empresas están comenzando a incorporar en su día a día y que, de forma o indirecta, tienen un impacto en cuanto a sostenibilidad se refiere:

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1.     Uso racional de los espacios: el mundo está siendo testigo de una transformación de los espacios laborales. Algunas compañías están pasando de tener oficinas propias a espacios abiertos y compartidos. Esto implica un uso menos intensivo de las instalaciones, lo cual se traduce en un menor consumo de recursos y una necesidad menor de infraestructura. Ello no solo representa un ahorro significativo para las empresas, sino una oportunidad para mitigar el impacto de sus operaciones.

2.      Modalidad mixta: la integración entre las herramientas de virtualización y la presencialidad no solo va a permitir flexibilizar las jornadas, ya que también tiene un impacto directo en la racionalización del transporte, en la medida en que facilitará el trabajo remoto y evitará viajes innecesarios.

Esto, en ciudades que con más frecuencia enfrentan contingencias ambientales derivadas de la mala calidad del aire, es un respiro para el entorno.

3.     Control de aforo y asignación de citas: para las empresas que deben atender usuarios en sus instalaciones, las limitaciones de aforo como consecuencia del virus han representado sin duda un reto. Pero algunos sectores han encontrado en ello una oportunidad para mejorar la experiencia de los consumidores.

Las entidades bancarias, por ejemplo, ahora permiten reservar turnos mediante plataformas digitales, reduciendo tiempos de espera. Esto permite, a su vez, reducir la intensidad en el uso de infraestructura y servicios.

4.     Canales virtuales: en línea con lo anterior, la virtualización de los servicios a la luz de las restricciones ha fortalecido los canales de comercio y atención digital. Esto, sin duda, tiene un impacto positivo en términos de sostenibilidad, en tanto evita a los usuarios desplazamientos innecesarios, y también racionaliza el uso de servicios y recursos en las instalaciones físicas.

5.     Promoción del transporte alternativo: el transporte público continúa presentando algunos retos en cuanto al control del contagio.

Por ello, algunas empresas están encontrando en la promoción de alternativas de transporte sostenible una manera de garantizar la protección de sus colaboradores, al tiempo que favorecen la protección del medio ambiente. Implementar sistemas compartidos de bicicleta, rutas corporativas, o promover la caminata son algunas de las estrategias que las empresas están comenzando a explorar en este sentido.

6.     Espacios de coworking: para algunos colaboradores el trabajo en casa no es una alternativa cómoda. De manera que algunas empresas, especialmente aquellas decididas a reducir la intensidad en el uso de los espacios propios, están encontrando en los entornos de coworking una manera de proveer puestos de trabajo cómodos y completos a una corta distancia del lugar de vivienda de los empleados.

Con ello no solo se reduce la carga en el uso de infraestructura y servicios, sino que se reducen las distancias de desplazamiento del empleado, lo cual sin duda tiene una implicación positiva en la racionalización del uso de transporte privado.

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Según Inmotion, para algunas empresas los hallazgos han sido reveladores. En el mundo antes de la pandemia se consideraba natural hacer grandes inversiones en infraestructura, asignar puestos fijos a todos sus empleados y contar con una serie de servicios de soporte necesarios pero costosísimos para mantener en operación estos espacios.

Ahora, con la reactivación gradual de la economía y el lento retorno a la normalidad, entendieron que posiblemente no será necesario disponer de áreas de miles de metros cuadrados para albergar a sus colaboradores, por lo cual se está labrando el camino hacia una flexibilización de las jornadas laborales y creando entornos mixtos que facilitan la mezcla entre la virtualidad y el mundo físico.

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