Perú espera la confirmación del resultado de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales entre Pedro Castillo (izquierda) y Keiko Fujimori (derecha). Ante ese escenario, Moody’s Investors Service realizó un análisis de la situación del país
Según el conteo de votos de la Oficina Nacional de Procesos Electorales (Onpe), Castillo se quedó con el 50,12 % de los sufragios, mientras que Fujimori obtuvo el 49,87 %.
Sin embargo, es necesario que esa entidad declare de manera oficial al ganador, anunció que llegaría en el transcurso de esta semana una vez se revise la totalidad de los sufragios y de las impugnaciones a las actas de votación.
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Aún persisten las dudas sobre las futuras acciones del candidato izquierdista en materia económica, debido a que el plan de su partido habla de cambiar el modelo económico y revisar la participación de empresas extranjeras en el país.
Ante ese escenario, Moody’s prevé que el nuevo Congreso tendrá similitudes significativas con el legislativo saliente, fragmentado y con la posibilidad de que persiga iniciativas populistas.
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Para la agencia, es motivo de preocupación que aún no se conocen las prioridades económicas del futuro Gobierno de Pedro Castillo.
A juicio de Moody’s, Perú tiene un “equilibrio frágil” y hay debilidad institucional fomentada por cuestiones políticas, una afirmación que se hace tangible con los cambios en la presidencia y el Congreso de los últimos cinco años.
“Aún tenemos preguntas sobre cómo será la nueva administración, pero, a pesar de esas preocupaciones, no podemos ser ajenos al escenario externo, que es positivo para el desarrollo económico si se respeta la inversión”, detalló Jaime Reusche, analista de la agencia calificadora.
La calificación de Perú es A3, con perspectiva negativa. El cambio de mando en la Presidencia del Perú está programado para el 18 de julio. A partir de esa fecha, comenzarían a hacerse evidentes las directrices en la política económica de un eventual nuevo Gobierno de izquierda.
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