Moody’s Investors Service publicó un informe especial sobre la influencia que podría tener el resultado de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales del Perú en la calificación soberana del país.
Keiko Fujimori (Fuerza Popular) y Pedro Castillo (Perú Libre) se enfrentarán en los comicios del próximo seis de junio. La contienda está marcada por la polarización, el alza del dólar, los escándalos de corrupción del partido de Fujimori y el temor de los mercados a las propuestas económicas de Castillo.
La calificadora indicó que un factor que puede influir en el perfil crediticio es si el próximo gobierno es capaz de promulgar políticas que detengan e inviertan el deterioro de la fortaleza fiscal y económica, un comportamiento que ha afectado al país en los últimos años.
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Moody’s consideró que “cualquier administración deberá afrontar muchos obstáculos para introducir cambios importantes en sus políticas en el contexto de un Congreso altamente fragmentado”.
Un antecedente que demuestra la influencia del legislativo en este ámbito es que, en el anterior mandato, de Martín Vizcarra, este careció del respaldo de los congresistas para sacar adelante proyectos de ley. Al final, los parlamentarios promovieron su moción de censura.
Si bien Perú está ad portas de tener un nuevo Congreso, que fue elegido en abril de 2021, este también quedó fragmentando, con la participación de diez partidos y sin que ninguno de estos consiguiera la mayoría de escaños.
Perú Libre, la colectividad de Pedro Castillo, tendrá 37 asientos, convirtiéndose en el grupo predominante del legislativo. Fuerza Popular, de Keiko Fujimori, contará con 24 curules. Las demás agrupaciones políticas se reparten el resto de asientos, para llegar a un total de 130 congresistas.
Castillo se perfila como el favorito a quedarse con la Presidencia. Su principal propuesta en materia económica es cambiar el modelo del país por uno con tintes más socialistas.
Moody’s detalló que “de implementarse políticas que obstaculicen la inversión extranjera, se registraría un impacto negativo, sobre todo para las operaciones de empresas mineras peruanas”.
Sobre la estabilidad del sector financiero, la calificadora indicó que los dos candidatos han presentado propuestas que apuntan a fortalecer las instituciones financieras cooperativas y reforzar el rol de los bancos de desarrollo, aunque sus enfoques son diferentes.
“La fortaleza financiera de los bancos locales podría verse negativamente afectada si se produjera un deterioro en las instituciones económicas que gobiernan el sector financiero”, concluyó la calificadora.
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