México no extraerá más de dos millones de barriles diarios de petróleo, una marcada reducción en el mercado del crudo del país, que en los últimos meses ha llegado a extraer 3,4 millones de barriles del recurso en un día.
Así lo anunció el presidente Andrés Manuel López Obrador durante su conferencia matutina de este martes 27 de abril, en la que ratificó las propuestas que presentó en la Cumbre de Líderes por el Clima de la Casa Blanca.
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Su Gobierno plantea la premisa de dejar de vender petróleo para comprar gasolinas, como actualmente opera el sector. Entonces, el cambio se traduce en que México procesará la materia prima, el crudo, para producir por su cuenta los combustibles que necesita.
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“Toda la producción petrolera se va a dedicar a satisfacer el mercado interno, lo cual implica extraer menos, no disponer de este recurso que debe cuidarse”, indicó López Obrador.
El mandatario asegura que esa nueva política permitirá reducir las emisiones de gases de dióxido de carbono y significa, en sus términos, “cuidar la herencia de las nuevas generaciones”.
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La propuesta del López Obrador de que México deje de exportar petróleo y centre toda su producción en el mercado local, para satisfacer solo su demanda interna, está enmarcada en un contexto de cambios para los sectores del crudo y la energía que ha anunciado el mandatario.
La implementación de la Ley de Hidrocarburos, que prioriza la producción de Petróleos Mexicanos (Pemex) sobre la de las empresas privadas, sean nacionales o extranjeras, y los cambios en materia energías persiguen lo que él llama “la soberanía energética”.
Sin embargo, los cambios que plantea el mandatario del partido Morena son estructurales y requieren tiempo para ser implementados.
Su periodo presidencial, que dura seis años, comenzó en diciembre de 2018, lo que significa que el mandatario tiene poco más de tres años para continuar su transformación en el sector de hidrocarburos, premisas que han sido avaladas por el Congreso.
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