¿Cómo usar una tarjeta de crédito inteligentemente?

Adquirir una tarjeta de crédito ofrece múltiples beneficios a sus usuarios, ya que si es usada sabiamente puede ser una gran herramienta para planear las finanzas.

Foto: Nu Colombia

Adquirir una tarjeta de crédito ofrece múltiples beneficios a sus usuarios, ya que si es usada sabiamente puede ser una gran herramienta para planear las finanzas, mantener un registro organizado de los gastos, consolidar transacciones en un pago mensual y evitar cargar con dinero en efectivo. Sin embargo, para lograr esto es necesario comprender cómo funciona para que sea una herramienta que facilite el control del dinero y no, por el contrario, genere exceso de gastos.

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A pesar de los múltiples beneficios de las tarjetas como medio de pago, los hábitos financieros de los colombianos han sido históricamente enmarcados por el alto uso del dinero en efectivo; incluso durante la pandemia, donde se evidenció una aceleración de la digitalización en los servicios financieros, también hubo un incremento del 32% en el uso de efectivo en comparación al 2019, según reportó Fenalco.

Esto se debe en gran medida a la costumbre, pero también, a la falta de acceso: gran parte de la población de Colombia todavía no está bancarizada y, por ende, depende íntegramente del efectivo.

Por ello, empresas fintech como Nu Colombia, que forma parte de Nubank -el banco digital más grande del mundo-, dio algunos consejos indispensables para usar sabiamente las tarjetas de crédito:

Organice sus gastos: primero que todo, realice regularmente un presupuesto que contenga un análisis de sus ingresos y de sus gastos. Este debe incluir los costos de su tarjeta de crédito y el uso que se le dará mes a mes, teniendo en cuenta que este dinero plástico debe representar una ayuda y no un gasto innecesario. Existen herramientas que le ayudan a que este control sea más sencillo de llevar, asegurando que no se gaste más de lo planeado.

Revise los costos antes de elegir una tarjeta de crédito: es importante tener en cuenta que, para octubre de 2020, según datos de la Superfinanciera, hubo dos millones de tarjetas bloqueadas por falta de pago. La morosidad, muchas veces, puede ser resultado de los mismos costos que genera el producto, puesto que algunas tarjetas acarrean cobros adicionales como cuota de manejo, tarifa por cada vez que se use, costo por retiros de efectivo e inactividad, entre otros. Es importante al momento de realizar la planificación financiera tener en cuenta estos gastos extras u optar por entidades que no cobran estos costos adicionales.

Pagos oportunos: para mantener un buen control de las finanzas y en buen estado de vida crediticia, se recomienda pagar a tiempo las cuotas de los plásticos. Esto se puede gestionar fácilmente programando el pago automático y así evitar sobrecostos por pagos retrasados. Para facilitar este proceso, las aplicaciones digitales son grandes aliadas ya que permite gestionar la tarjeta y los pagos con unos simples clicks.

Use los datos a su disposición para tomar decisiones informadas: por último, es recomendable usar las herramientas disponibles para llevar control de los gastos. El historial de transacciones y estados de cuenta tienen información valiosa con la cual se pueden tomar decisiones informadas y planificar el uso de la tarjeta de crédito mes a mes.

Popularmente, las tarjetas de crédito pueden ser asociadas a gastos excesivos y falta de control, pero la verdad es que estos medios de pago pueden convertirse en grandes herramientas para cumplir metas y alcanzar objetivos personales, siempre y cuando se escoja una opción asequible, rentable y acorde al perfil del usuario y sus necesidades.

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