En el marco de un nuevo encuentro con la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (Anif) y Corficolombiana, el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, habló de las urgencias que empujan a liderar una nueva reforma tributaria.
Para el Gobierno esta reforma tributaria nace de las condiciones fiscales difíciles a las que se enfrenta el país por cuenta de las consecuencias propias del Covid-19, con un déficit fiscal que está cercano a los $78 billones.
Ese déficit, hay que recordar, podría crecer hasta los $94 billones a cierre de este 2021, según el más reciente Plan Financiero del Gobierno.
“Las necesidades de caja que tenemos como país es grande. Hay compromisos de inversión que necesitamos solventar. Tenemos caja que nos alcanza para seis o siete semanas”, dijo Carrasquilla.
Lo anterior toma pues más relevancia si se tiene en cuenta que el Gobierno de Colombia ya está viendo un país que tiene dificultades con su de duda pública y de ahí que se requiera debatir y aprobar una reforma tributaria sólida.
El ministro de Hacienda añadió que el plan del Gobierno es encontrar herramientas para mejorar las condiciones sociales del país y reducir considerablemente los niveles de pobreza en Colombia, a la vez que se cumplen con las obligaciones del país.
“Queremos definir un ingreso solidario y hacer una propuesta sobre la redirección de subsidios para la energía”, añadió Carrasquilla.
Para lo anterior, el ministro explicó que el Sisbén 4 ayudará a mejorar la distribución de los recursos y, de esta manera, impactar a los hogares más afectados y pobres del país.
Con la entrega de la totalidad de los subsidios, el Gobierno espera mejorar sustancialmente niveles de poder adquisitivo y mejorar las condiciones de vida. “Habría una reedición en la pobreza extrema de 7,9 puntos porcentuales con esta iniciativa”.
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