Renzo Merino, analista de riesgo soberano de Moody’s en Colombia, habló con Valora Analitik sobre lo que serán los tiempos que se tome la calificadora para revisar el grado de inversión conforme a los efectos de la pandemia del Covid-19.
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Explicó Merino que hay una ventana hasta inicios del 2022 para resolver el tema de la perspectiva para Colombia. Hay que tener presente que, de momento, Moody’s califica al país con un Baa2 y perspectiva negativa.
Sin embargo, condicionó a la aparición de «eventos extraordinarios o sorpresas» el hecho de que la calificadora haga un pronunciamiento anticipado para el caso colombiano.
Y en ese punto son algunas las variables que se van a mantener en el radar de la firma: reforma tributaria, comportamiento de la deuda y el avance de los planes de vacunación contra el Covid-19.
Para el primer caso, la firma espera conocer la reforma tributaria ya aprobada para, a partir de allí, sentar las bases que se analicen en la calificación soberana de Colombia.
Un efecto sorpresivo para Moody’s sería que la reforma logre ser aprobada hasta finales de año, que es una de las posibilidades entendiendo que su discusión podría dilatarse al ser un año previo a elecciones presidenciales, lo que afectaría el análisis de la calificación.
“No planteamos que la reforma deba conseguir un monto específico. Entendemos que puede haber otras medidas más allá de lo que quiere recaudar el Gobierno. La reforma no es el único componente de la consolidación fiscal”, dijo Merino.
De acuerdo con la primera iniciativa del Gobierno, esta reforma tributaria buscaba recoger hasta dos puntos del PIB, pero en la actualización esa meta bajó a los 1,5 puntos y obtener ingresos adicionales por la venta de ISA a Ecopetrol.
El plan de ingresos, las mejoras al recaudo y un gasto muy eficiente de recursos, y su impacto en las métricas de deuda, serán variables que se tengan en cuenta de parte de Moody’s para tomar una fotografía más próxima al impacto económico de la pandemia.
De otro lado, los retrasos en los esquemas de vacunación son un problema latente para Colombia y varias naciones; garantizar la cantidad de vacunas hace parte también de esa matriz de análisis aunque, de momento, no hay inconvenientes en ese punto.
De ahí que para Merino sea positiva cualquier iniciativa que ayude a mejorar los tiempos de vacunación, como la propuesta de que los privados entren a jugar un papel de facilitadores.
Por lo demás, para Moody’s un nuevo retraso en la discusión y aprobación de la reforma pensional no supone una variable sustancial en la revisión de la calificación que vaya a hacer la agencia para el caso Colombia.
“Es cierto que el tema de pensiones es importante en la estructura de gasto, pero los efectos fiscales de esta reforma serían en el mediano y largo plazo, más allá del horizonte de la calificación. Sigue siendo sin embargo un tema importante para Colombia, pero esas otras reformas se van a ir retomando”, añadió Merino.
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