El modelo de negocio desarrollado por la fintech RapiCredit ha probado ser de gran ayuda para los usuarios colombianos. En pandemia, 115 millones de personas entraron en pobreza y 700 millones más se vieron afectadas.
Las fintech en Colombia han apostado por el crecimiento de la inclusión financiera en el país y ayuda a la disminución radical de los préstamos informales.
Ante los desafíos de la pandemia, donde muchas personas cayeron en situación de pobreza y a afectado profundamente a millones, surgen respuestas por parte de las fintech de lending, que para RapiCredit, representan la oportunidad para solventar las necesidades económicas. Vea más información en Finanzas Personales.
De acuerdo con la fintech colombiana, RapiCredit, cerca del 37 % de desembolsos realizados a los usuarios de sus servicios en Colombia se destinaron para la inversión en sus negocios. Es por esto que resulta fundamental que ante tal oportunidad de inversión sea trazado un perfil de riesgo, pero también deshacerse del miedo ante la incertidumbre de los mercados, las nuevas formas de consumo y la nueva normalidad.
No en vano, expertos afirman que lo que protege una inversión es el tiempo y no la ausencia de riesgos; es decir, ser resilientes financieramente.
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Una ayuda en tiempos difíciles
Requerir esfuerzos extraordinarios para luchar contra la pobreza es una urgencia de tiempo atrás, pero según la ONU las consecuencias de la crisis que trajo la pandemia ha empujado a la pobreza a unos 115 millones de personas y afectado profundamente a otras 700 millones. De allí la importancia de que los actores económicos promuevan la inclusión financiera como mecanismo de protección social para aliviar su situación.
Dada la contingencia sanitaria, la transformación no solo se ha dado en términos tecnológicos, sino que ha sido el momento más enérgico para que los gobiernos lleven a cabo medidas colectivas que permitan una transformación económica y sostenible.
En concordancia, Colombia Fintech afirma que las consecuencias se prolongarán a lo largo del 2021, por lo que también procurar la estabilidad y trabajar en reforzar la economía personal permitirán una pronta recuperación y sopesar otras posibles dificultades.
Por su parte, RapiCredit, fintech de lending colombiana, líder en el sector, ha implementado desde su gestión tres de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la llamada Agenda 2030 propuestos por las Naciones Unidas: el fin de la pobreza, el trabajo decente y crecimiento económico, y la reducción de las desigualdades.
Estos objetivos se abordan transversalmente y se alinean con la premisa de atender las urgencias económicas de la población desde las estrategias de inclusión financiera que se llevan a cabo por RapiCredit quienes, basados en estudios, afirman que solo el 30 % de la población tiene acceso a créditos formales, de allí que esta plataforma online continúe haciendo hincapié en las soluciones crediticias y el fortalecimiento de la cultura de pago en el país.
“Para llegar cada vez a más personas, estamos trabajando en alianzas con Pymes y pequeños comercios para que sus clientes tengan facilidades de acceso a crédito para adquirir productos o servicios como seguros, viajes, transporte, medicamentos o, por ejemplo, pagar multas”, afirma Daniel Materón, CEO de RapiCredit.
Y es que, dentro de lo que supone la reactivación económica y las nuevas formas de consumo, el crédito empieza a tener un rol de gran importancia, ya que es el mecanismo clave que respalda a quienes están en condiciones desfavorables o con necesidades especiales. Converger en un trabajo de inclusión mediante un préstamo con un proceso eficiente de operación online es una manera para que la economía tome su curso, una respuesta que desde RapiCredit toma partida y suma al índice de Desarrollo Humano.
“Entendemos la importancia del crédito en sus vidas y la necesidad de hacerlo fácil y rápido. En esto precisamente nos enfocamos, en cubrir las necesidades de crédito de las personas sobre los principios de facilidad y rapidez, premisas con las que construimos los procesos para que nuestros clientes tengan la mejor experiencia de servicio”, comenta Materón.
Tener acceso a productos financieros útiles y asequibles que satisfagan las necesidades de los usuarios es la base de esta fintech lending, que orienta sus esfuerzos también a la disminución radical de los créditos informales que antes suplían las necesidades económicas de la población vulnerable y desatendida por la banca tradicional.
Este modelo de negocio que lleva a cabo RapiCredit se ha convertido entonces en una herramienta de confianza y segura, vigilada por la Superintendencia de Industria y Comercio, que no solo trabaja en pro del desarrollo sostenible sino que suma con sus decisiones a la cultura del pago, pues posibilita nuevas formas de financiación que se adecuan a las necesidades de los usuarios de tal forma que representen una ayuda y no el producto de una deuda impagable.
“Nuestros préstamos funcionan para muchas cosas, por ejemplo, este mes las personas llegan con más deudas y obligaciones económicas; sin embargo, es importante que los usuarios entiendan la importancia de tener una educación financiera y que hagan un uso responsable de cada producto o préstamo que adquieren”, puntualiza Materón.