Desde hace semanas el mercado sigue de cerca el comportamiento de los bonos del Tesoro de Estados Unidos, que suben para tener rendimientos a nuevos máximos históricos.
Informó el Tesoro de Estados Unidos que sus bonos a 10 años subieron 6,9 puntos básicos, a 1,4578 %, lo que le da para tener un nuevo máximo en el último año.
Con esto, incluso los bonos del Tesoro de Estados Unidos superaron el retorno estimado por dividiendo del S&P500, uno de los principales índices de la Bolsa de Valores de Nueva York.
¿Qué quiere decir lo anterior?, que los bonos del Tesoro de los Estados Unidos ganan atractivo al ser menos volátiles y estar anclados al respaldo económico que llega desde una potencia como la norteamericana.
Esto se traduce en coletazos para el mercado de América Latina desde varios frentes: uno de los más importantes tiene que ver con la pérdida del valor de las monedas locales ante el hecho de que los inversionistas están mirando hacia los bonos del Tesoro.
Sobre las implicaciones del fenómeno, Fabio Nieto, director de investigaciones económicas del Banco Agrario de Colombia, explicó que es el temor normal a que la Reserva Federal de Estados Unidos (FED) suba tasas antes de 2023.
“Es una sobre reacción de mercado, la FED no tiene afán de cambiar su postura en tasas o compras de activos, las declaraciones en ese sentido han sido muy claras”, explicó Nieto.
El otro efecto de que los inversionistas voltearan a mirar a los bonos del Tesoro se explica en que la inflación parece repuntar en economías como la de Estados Unidos.
La situación, que de momento no es advertida por la Reserva Federal o el Banco Central Europeo, no supone en sí una inminente subida de las tasas de interés, pero sí crea esa suerte de incertidumbre entre el mercado.
Precisamente sobre las previsiones de inflación, Nieto recuerda que la misma FED ha dicho que será un fenómeno transitorio, situándose de nuevo debajo del 2 % por lo que es necesario mantener una posición expansiva.
En América Latina no parece ser el fenómeno. De hecho, para el caso de Colombia, la Encuesta de Opinión Financiera de Fedesarrollo ve que la inflación se mantendrá en niveles bajos y no pasará del 1,5 % en el primer trimestre del 2021.
Con lo anterior, tampoco se espera que las tasas de interés del Banco de la República se muevan este año, y por ende permanezcan estables en el 1,75 % hasta diciembre.
Un dato que habrá que vigilarse de cerca tiene que ver con el hecho de que, por segunda semana consecutiva, las solicitudes de subsidio por desempleo en Estados Unidos cayeron.
En esta ocasión, se reportaron 730.000 solicitudes en la semana que terminó el 20 de febrero, mientras el mercado esperaba que fueran 845.000.
Finalmente, Juan David Ballén, jefe de investigaciones económicas de Casa de Bolsa, abarcó otro efecto del fenómeno de los bonos del Tesoro.
Para el experto, “el acontecimiento eleva el costo de financiación de países emergentes, como el de Colombia, lo cual en un entorno tan desafiante es retador teniendo en cuenta que las necesidades son muy elevadas para superar la crisis del Covid-19”.
Aunque Nieto también advierte que las acciones en el mercado Colombia están muy baratas, por lo que podría haber un favorecimiento para que llegaran más inversionistas.
Justamente multilaterales como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial ya habían mencionado los retos de América por darle forma a mercados competitivos que atraigan la inversión internacional, ante eventos como el que está ocurriendo.
El FMI incluso se animó a decir que las tasas de interés bajas tenían que acompañarse con políticas económicas lo suficientemente robustas para otorgar beneficios a las inversiones que generen valor agregado.
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