El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ordenó declarar como persona no grata a la embajadora de la Unión Europea en ese país, Isabel Brilhante Pedrosa, y le dio 72 horas para abandonar el territorio nacional.
La decisión fue comunicada por el canciller Jorge Arreaza y se da después de que su oficina criticara la decisión del Consejo de Asuntos Exteriores de la comunidad que impuso sanciones contra 19 funcionarios venezolanos.
El Consejo tomó esa determinación tras las elecciones parlamentarias que se llevaron a cabo en diciembre de 2020 y que fueron calificadas como ilegítimas por la oposición y un grupo de gobiernos democráticos del mundo.
Las autoridades europeas habían advertido que podían emitir sanciones a personas vinculadas en sucesos que van “contra la democracia” y vinculados a violaciones a los derechos humanos.
Entre los sancionados por el bloque están diputados de corte oficialista, las directivas del Tribunal Supremo de Justicia y del Consejo Nacional Electoral – ambas entidades cercanas al Gobierno- y líderes de los cuerpos policiales y militares.
Entonces, la expulsión de la embajadora de la Unión Europea en Venezuela se da como represalia a las medidas ya tomadas por el grupo de los Veintisiete para rechazar las elecciones parlamentarias de diciembre.
La salida forzada de la diplomática Isabel Brilhante Pedrosa del país marca un punto de quiebre entre Venezuela y el bloque, pues la comunidad había mantenido un discurso más conciliador respecto a la crisis del país, si se le compara con otras potencias como Estados Unidos.
La embajadora de la Unión Europea había llegado a Venezuela en 2017. El canciller Jorge Arreaza justificó su expulsión en que la comunidad internacional ha emitido 55 sanciones contra funcionarios venezolanos.
«Ya van 55 decisiones en las que la Unión Europea y el sistema estadounidense sancionan como si tuvieran alguna autoridad moral, que no la tienen, ni tampoco legal, para imponer castigo alguno a ciudadanos de cualquier otro país», sentenció Arreaza.
La Asamblea Nacional oficialista había declarado a la embajadora Isabel Brilhante Pedrosa como persona no grata esta semana. De esta forma, desde el Ejecutivo y el Legislativo venezolano se acelera el proceso de sanción contra opositores y diplomáticos internacionales de naciones que han criticado la gestión de Nicolás Maduro.