De acuerdo con información publicada por Portafolio, tras la salida del gerente de EPM, Álvaro Guillermo Rendón, otro problema se sumaría a la actual crisis que vive la compañía con un nuevo aplazamiento en la entrada en operación de Hidroituango.
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Esto pues se estaría contemplando un retraso de uno a dos años, en la entrada de la obra que pretende suministrar el 17% de la capacidad energética del Sistema Interconectado Nacional (SIN).
Con ello, Hidroituango comenzaría a entregar energía eléctrica al país a partir de 2023 y no en 2022, como hasta ahora se ha contemplado.
Según este medio, personal de EPM elabora un documento en el que explicarán con argumentos técnicos y jurídicos, la razones por los cuales Hidroituango presentaría el nuevo retraso, lo que tendría que ver con la falta de sincronización de los tiempos entre el remate del proyecto y las condiciones ambientales y sociales que deben atender, estas últimas como pre-requisito.
Entre estas razones se encuentra que las obras están prácticamente suspendidas a la fecha, hasta que no se cumpla previamente el listado de requisitos que ordenó la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (Anla) para validar el permiso ambiental.
También que el conglomerado y el consorcio constructor (CCC Ituango) tienen que dejar solucionado el tema de la acción popular interpuesta por la Procuraduría General de la Nación contra la obra y que está radicado en el Tribunal Administrativo de Cundinamarca.
La tercera razón tiene que ver con el mercado y las obligaciones de energía firme que adquirió el proyecto en la subasta del cargo por confiabilidad de 2019. Al no poderlas cumplir por el retraso mismo de Hidroituango, estas se deben reconfigurar y optarán por hacerlo en el periodo del fenómeno de ‘La Niña’, más conveniente a esperar que llegue ‘El Niño’ y resulte más costoso a la compañía.
(Con información de Portafolio)
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